El director ejecutivo del Grupo Renault y Dacia, Luca de Meo, ha lanzado una advertencia contundente sobre el futuro inmediato del sector automovilístico europeo. En una entrevista con el diario alemán Welt, el directivo cuestiona la viabilidad del veto a los motores de combustión a partir de 2035, calificando la medida como una amenaza directa al tejido industrial, el empleo y la competitividad del continente.
Según De Meo, la industria no está preparada para una electrificación total en el plazo impuesto por la Comisión Europea. “La transición no avanza al ritmo exigido por Bruselas, y el riesgo de un colapso en países como España, Italia o Polonia es real”, declaró.
Críticas a la regulación y al veto de los híbridos
El máximo responsable del fabricante francés ha denunciado la actual política medioambiental como una "sobrerregulación política" que ignora la evolución tecnológica alcanzada por los motores de combustión. En este sentido, defendió que los fabricantes europeos han invertido miles de millones de euros en reducir las emisiones de CO₂, logrando motores de gasolina y diésel más eficientes y sostenibles, e incluso apoyándose en combustibles sintéticos y biotecnológicos de bajo impacto climático.
Además, lamentó la eliminación progresiva de los vehículos híbridos, una tecnología intermedia que, según sus palabras, “aún representa una oportunidad para reducir emisiones sin destruir empleo ni capacidad productiva”.
Europa pierde terreno frente a China y Japón
De Meo alertó de que Europa está quedando rezagada en la carrera por la electrificación frente a potencias como China y Japón, que lideran la innovación y el desarrollo de vehículos eléctricos y baterías. Mientras tanto, marcas europeas como Volkswagen, aunque competitivas en motores térmicos, no logran replicar ese liderazgo en el campo eléctrico.
"Estamos desmantelando nuestras fortalezas industriales sin contar con una alternativa sólida y competitiva", criticó el ejecutivo, quien además apuntó que el coche eléctrico europeo no es aún competitivo ni por precio ni por tecnología, lo que podría traducirse en una pérdida masiva de empleos y de peso económico del sector.
Impacto sobre el PIB y el empleo
El CEO de Renault subrayó que el peso de la industria manufacturera en la Unión Europea ya ha descendido, pasando del 20% al 19% del PIB, y alertó de que el deterioro puede ser mayor si no se revisa la estrategia climática actual. Alemania, Francia e Italia, motores tradicionales del sector, ya experimentan serias dificultades para mantener su competitividad en el nuevo escenario eléctrico global.
“No estamos en condiciones de sustituir a corto plazo el valor agregado que aporta actualmente la industria del motor de combustión. Si se ejecutan los planes sin matices, el aumento del desempleo y de las prestaciones sociales será inevitable”, sentenció.
Petición de un cambio urgente de rumbo
En sus declaraciones, De Meo instó a las autoridades europeas, en especial a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y a los responsables del Pacto Verde Europeo, a rectificar la hoja de ruta actual. El directivo teme que, de mantenerse la prohibición de fabricación de vehículos térmicos y de híbridos para 2035, Europa se vea abocada a una crisis industrial sin precedentes.
Mientras se prepara para abandonar próximamente su cargo, Luca de Meo ha redoblado la presión pública para que se reevalúe el calendario de descarbonización, en favor de una transición energética más realista, progresiva y adaptada a la capacidad de los mercados europeos.
Sus palabras, respaldadas por su experiencia al frente de uno de los principales grupos automovilísticos del continente, reabren el debate sobre la sostenibilidad social y económica de los objetivos climáticos fijados para la próxima década.