El nuevo barrio de Retamar de la Huerta, uno de los desarrollos urbanísticos más esperados del sur metropolitano de Madrid, ha comenzado oficialmente sus obras de urbanización. La adjudicación de los trabajos a la constructora San José marca el arranque efectivo de un proyecto que transformará el noroeste de Alcorcón con la construcción de 3.503 viviendas, de las cuales 1.123 serán de protección oficial (VPO).
El inicio de las obras supone el primer gran movimiento sobre el terreno tras años de tramitaciones administrativas, ajustes técnicos y coordinación entre instituciones. Para el municipio, representa el mayor crecimiento residencial desde finales de los noventa y uno de los proyectos con mayor capacidad de impacto en la oferta de vivienda de toda la Comunidad de Madrid.
“El inicio de las obras de urbanización marca un hito fundamental en el desarrollo urbanístico de Retamar”, ha explicado Darío Rivera, presidente de la Junta de Compensación. “Tras años de trabajo coordinado entre las administraciones y los equipos técnicos, el proyecto da un paso decisivo que nos permite avanzar en la puesta en marcha de más de 3.500 viviendas. Seguimos trabajando con rigor y responsabilidad para lograr un nuevo barrio moderno, bien conectado y sostenible”.
Un desarrollo clave para aliviar la demanda de vivienda en el sur de Madrid
Retamar de la Huerta ocupa 114 hectáreas situadas entre la M-50, la M-506, Campodón y el límite con Villaviciosa de Odón. Su magnitud lo convierte en uno de los proyectos de mayor relevancia de la región, tanto por la cantidad de vivienda proyectada como por el peso de la vivienda protegida, un elemento particularmente sensible en un contexto de fuerte tensión del mercado residencial madrileño.
El desarrollo contempla más de 30 hectáreas de zonas verdes, 14 hectáreas de parques urbanos, casi 6 kilómetros de sendas peatonales, 7 kilómetros de carril bici y una concepción urbana que prioriza la escala humana: viales amplios, alturas moderadas y un diseño que busca la integración con el entorno natural del suroeste metropolitano.
Además, se proyecta una inversión cercana a 15 millones de euros en infraestructuras de conexión exterior, recogida en el Plan Especial de Infraestructuras (PEI). Este documento, ya aprobado, permitirá adaptar accesos, conexiones y enlaces con la red viaria metropolitana, y garantizar la comunicación fluida del barrio con el resto de Alcorcón y municipios limítrofes.
Las obras que dan forma al nuevo barrio
El inicio de los trabajos comprende la ejecución de los viales principales, redes de abastecimiento y saneamiento, canalizaciones eléctricas y de telecomunicaciones, así como la adecuación de los primeros espacios verdes. La adjudicación a San José, una de las constructoras con mayor experiencia en grandes desarrollos urbanos, garantiza la puesta en marcha de un cronograma que prevé entre 15 y 18 meses para completar esta fase.
Una vez finalizada la urbanización, las promotoras podrán solicitar las licencias de obra para iniciar la construcción de las diferentes promociones de vivienda. El conjunto del sector prevé inversiones superiores a los 1.000 millones de euros entre todas las edificaciones privadas y protegidas.
Un nuevo mapa urbano para Alcorcón
La construcción de Retamar de la Huerta no solo amplía la oferta de vivienda: también reconfigura la estructura urbana de Alcorcón. El municipio gana un barrio completo diseñado bajo criterios contemporáneos de sostenibilidad, movilidad activa y equilibrio con el paisaje natural.
Ese diseño incluye:
- Corredores verdes que conectarán con el entorno de Campodón y zonas limítrofes.
- Amplias áreas recreativas, parques lineales y arbolado perimetral.
- Carriles bici y sendas peatonales para facilitar los desplazamientos sin vehículo.
- Viales dimensionados para tráfico calmado, priorizando el tránsito vecinal.
La apuesta por un modelo urbano más amable responde a una tendencia generalizada en los nuevos desarrollos de la región, que buscan equilibrar densidad, movilidad y calidad de vida.
Retos y expectativas: del plano a la realidad
Pese al entusiasmo que genera el inicio de las obras, el desarrollo presenta varios retos fundamentales:
La vivienda protegida
La demanda de vivienda asequible en la zona es muy elevada. El éxito del proyecto dependerá en parte de que esas 1.123 viviendas públicas se ejecuten en los plazos previstos y con criterios de accesibilidad real.
Conectividad y equipamientos
Los nuevos accesos, los servicios públicos y los equipamientos educativos, sanitarios y deportivos deberán acompañar al crecimiento demográfico del barrio. Una planificación coordinada será esencial para evitar tensiones sobre la ciudad ya consolidada.
Integración con los municipios colindantes
El desarrollo forma parte de un área metropolitana densa, donde Alcorcón, Móstoles, Villaviciosa de Odón y Madrid capital interactúan continuamente. Su articulación con el entorno marcará la movilidad futura de decenas de miles de personas.
Un barrio que aspira a convertirse en referencia en el suroeste de Madrid
Retamar de la Huerta nace con la ambición de convertirse en un referente urbanístico del suroeste madrileño. No solo por su volumen de viviendas, sino por su apuesta por un urbanismo equilibrado, sostenible y conectado.
Para Alcorcón, representa una oportunidad histórica de crecimiento ordenado; para la Comunidad de Madrid, una pieza clave para incrementar la oferta de vivienda en un territorio de fuerte presión demográfica; y para las futuras familias residentes, la posibilidad de asentarse en un entorno con amplias zonas verdes, movilidad amable y servicios urbanos de nueva generación.
Con las máquinas ya en marcha, comienza una nueva etapa decisiva. El tiempo dirá si Retamar de la Huerta cumple su promesa: convertirse en un barrio moderno, verde y bien conectado que mejore la vida de sus futuros vecinos y contribuya a la cohesión territorial del área metropolitana.