Un hombre de 44 años ha logrado salvar la vida tras sufrir una parada cardiorrespiratoria en el Polideportivo Municipal de La Elipa, en el distrito madrileño de Moratalaz. El suceso se produjo mientras practicaba deporte en las instalaciones, donde se desplomó repentinamente ante la presencia de otros usuarios y del personal del centro.
La rápida reacción de los primeros intervinientes resultó determinante. De inmediato se activó la llamada a los servicios de emergencia y se inició la atención básica al afectado, siguiendo el protocolo de actuación ante una parada cardíaca.
Uso inmediato del DEA antes de la llegada de emergencias
El hombre recibió dos descargas con el desfibrilador externo automático (DEA) del polideportivo, además de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Entre las personas que participaron en la intervención se encontraba un enfermero que se hallaba en el recinto, cuya actuación fue clave para revertir la parada antes de la llegada de los sanitarios.
Cuando los equipos de emergencia accedieron al polideportivo, el paciente ya había recuperado la consciencia y se encontraba fuera de la parada cardiorrespiratoria, una circunstancia que multiplica las probabilidades de supervivencia y reduce de forma significativa el riesgo de secuelas neurológicas.
Intervención del SAMUR y traslado hospitalario
Los sanitarios de SAMUR-Protección Civil estabilizaron al afectado en el lugar y procedieron a su traslado a un centro hospitalario para su evaluación y seguimiento. Desde los servicios de emergencias se ha destacado la eficacia de la respuesta inicial y la correcta utilización del DEA disponible en la instalación deportiva.
La importancia de la cadena de la vida
Desde Emergencias Madrid han subrayado la relevancia de la llamada “cadena de la vida”, que incluye el reconocimiento precoz de la parada, la activación del sistema de emergencias, el inicio inmediato de la RCP y el uso temprano del desfibrilador.
Este caso vuelve a poner de manifiesto que la disponibilidad de DEA en espacios deportivos y la formación básica de la ciudadanía pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte, especialmente cuando la intervención se produce en los primeros minutos tras el colapso.
