La Comunidad de Madrid ha presentado un programa piloto para integrar escuelas infantiles en residencias de mayores, una iniciativa innovadora que forma parte del nuevo Plan de Envejecimiento Activo impulsado por el Gobierno regional.
El objetivo es fomentar los vínculos afectivos entre generaciones, ayudando a los mayores a prevenir la soledad y a los niños a aprender valores esenciales como la empatía, el respeto y la convivencia.
La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, ha dado a conocer este proyecto durante su visita a la Residencia Bouco Meco, que ya ha implantado este modelo de convivencia intergeneracional en sus instalaciones.
“Además de prevenir la soledad, este modelo permite que los mayores recuperen la ilusión y las ganas de comunicarse, mientras que los niños aprenden valores como la empatía y el respeto”, explicó Dávila durante el acto.
Una experiencia piloto enmarcada en el Plan 40 40
El proyecto forma parte del Plan 40 40, una estrategia regional que prevé la construcción de 40 nuevas residencias públicas y 40 centros de día en los próximos años. En estas nuevas infraestructuras, la Comunidad de Madrid habilitará espacios compartidos entre mayores y pequeños, como aulas, patios o talleres, con el fin de crear entornos activos, inclusivos y enriquecedores para ambas generaciones.
La consejera destacó que esta experiencia “se enmarca en un modelo de atención centrado en la persona”, que apuesta por residencias abiertas a la comunidad y por programas que promuevan la participación social y el bienestar emocional de los mayores.
Más de 400 nuevas plazas públicas en noviembre
Durante su visita, Ana Dávila también anunció la incorporación de casi 400 nuevas plazas públicas a la red autonómica de atención a personas mayores en situación de dependencia. En concreto, se suman 168 residenciales y 231 de atención diurna, lo que eleva el total a más de 36.600 plazas dedicadas a la atención integral de este colectivo.
En el caso de la Residencia Bouco Meco, las plazas financiadas por la Comunidad han pasado de 85 a 90, reforzando así su capacidad de atención y servicios.
Desde el inicio de la Legislatura, el Gobierno regional ha creado más de 2.000 nuevas plazas públicas para la atención de personas mayores, de las cuales 1.106 son residenciales y 1.022 de centro de día.
“Es una muestra clara del compromiso del Gobierno regional con las personas mayores y sus familias”, subrayó Dávila.
Una red de atención social en expansión
Con este nuevo incremento, la red pública de atención social de la Comunidad de Madrid supera las 63.000 plazas financiadas, consolidándose como una de las más amplias y avanzadas del país. Más de 36.600 de ellas están dedicadas a la atención de mayores, reflejo del esfuerzo regional por ofrecer una atención de calidad, centrada en la persona y adaptada a las necesidades de cada etapa vital.