Las organizaciones sindicales CSIT y CSIF han denunciado públicamente la deslealtad institucional de la Dirección General de Emergencias (DGE), a la que acusan de sacar la negociación propia del Cuerpo de Bomberos de su marco natural y elevarla indebidamente a la Mesa Sectorial de Funcionarios. Según los sindicatos, esta actuación ha provocado un grave conflicto que amenaza la continuidad de la Unidad Médica y afecta también a los Ingenieros Técnicos Forestales (ITF).
Los representantes sindicales alertan de la existencia de un preacuerdo negociado a espaldas de las organizaciones sindicales y de la Jefatura del Cuerpo, elaborado con algunos trabajadores y sin información previa ni transparencia. Además, rechazan de forma tajante las acusaciones vertidas contra ellos por la exclusión de los ITF y la Unidad Médica del Acuerdo de Bomberos, asegurando que dicha exclusión fue una imposición directa de Función Pública y Hacienda.
Incumplimiento del Acuerdo de Bomberos y falta de planificación
CSIT y CSIF recuerdan que el propio Acuerdo de Bomberos establecía que la regulación de alertas y compensaciones de estos colectivos debía negociarse antes del 31 de diciembre, plazo que la DGE ha dejado pasar sin avances reales. En lugar de abrir una negociación formal, denuncian que la Administración optó por una vía unilateral, improvisada y opaca.
Desde el inicio, ambos sindicatos se negaron a respaldar un documento que, según explican, no garantizaba la estabilidad de los colectivos afectados, al basarse únicamente en la voluntariedad y exigir un número excesivo de alertas a la Unidad Médica, comprometiendo seriamente su viabilidad.
La propuesta sindical y el rechazo a un acuerdo de mínimos
Las organizaciones trasladaron a la Administración una propuesta basada en las necesidades reales del servicio, avaladas por la propia Jefatura del Cuerpo de Bomberos, que incluía:
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4 médicos
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3 enfermeros/as
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2 psicólogos/as
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12 Ingenieros Técnicos Forestales (ITF)
Además, reclamaron la revisión urgente de las condiciones económicas del personal facultativo.
Sin embargo, la respuesta de la Administración fue calificada de claramente insuficiente, al limitarse a una propuesta de mínimos sin garantías de cobertura ni mejoras económicas reales. Según CSIT y CSIF, esta oferta condena al cierre de la Unidad Médica y fue acompañada de intentos de forzar una decisión inmediata, lo que consideran un chantaje y un ejemplo de mala fe negociadora.
Unidad sindical y anuncio de conflicto
Ante esta situación, CSIT y CSIF mantuvieron una postura común y votaron en contra del acuerdo, impidiendo su aprobación pese al respaldo de otras organizaciones. Los sindicatos subrayan que “con los bomberos no se juega” y advierten de que no aceptarán acuerdos que pongan en peligro servicios esenciales.
Como consecuencia, han anunciado el inicio de un proceso de conflicto con la Administración, alertando del riesgo inmediato para la continuidad de la Unidad Médica tras la próxima jubilación de uno de sus profesionales clave. No descartan medidas de movilización, que solo se revisarían si la DGE presenta una nueva propuesta que garantice plantillas suficientes, mejoras económicas reales y una planificación clara de empleo.
Defensa del marco propio de negociación
Las organizaciones firmantes concluyen que este episodio demuestra la necesidad de reconducir las negociaciones al ámbito propio del Cuerpo de Bomberos, con diálogo, respeto institucional y planificación. Recuerdan que las mesas de negociación son fruto de una lucha histórica de los representantes de los trabajadores y advierten de que ignorar ese marco tendrá consecuencias.