La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha rebajado este miércoles a “un comentario” el alcance de los audios del CEO de Ribera Salud, empresa que gestiona el Hospital de Torrejón, en los que se le escucha instar a elevar las listas de espera para aumentar beneficios. Pese a ello, ha calificado esas palabras como “lamentables, intolerables y reprobables” y ha asegurado que el directivo “está apartado de la gestión del hospital”.
En una entrevista en La Ventana de Madrid (Cadena SER), Matute ha explicado que su primera reacción al escuchar la grabación fue de “estupor”, aunque, según ha detallado, pasó “en pocos segundos” a la “tranquilidad” al revisar los mecanismos de control del Servicio Madrileño de Salud.
La consejera asegura que las inspecciones no han encontrado irregularidades
Tras la difusión de los audios, la Consejería envió al centro un equipo multiprofesional de la Dirección General de Inspección, Ordenación y Humanización, con el objetivo de verificar si las supuestas indicaciones del CEO habían tenido impacto real en la asistencia.
Según Matute, “no se ha encontrado absolutamente ninguna irregularidad”:
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Afirma que las listas de espera en Torrejón son menores que la media de la Comunidad de Madrid.
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Sostiene que el hospital ha aumentado su actividad asistencial.
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Destaca que se ha reforzado la plantilla con nuevas contrataciones.
La consejera ha insistido en que “nadie ha recibido órdenes” para alargar listas de espera, apoyándose en los datos de seguimiento: “Hacemos una medición constante, semana a semana, por especialidad; detectaríamos cualquier cosa”.
Trabajadores denuncian presiones, Sanidad pide pruebas “reales”
Matute ha sido preguntada por el manifiesto firmado por unos 250 trabajadores del Hospital de Torrejón, en el que se denunciaban presiones para priorizar pacientes de otras zonas y modificaciones en los criterios de atención.
La consejera ha respondido que, en las entrevistas con jefes de servicio y supervisores, estos le han trasladado que no han recibido presiones, y ha reiterado que la Consejería se guía por los datos: “Las listas de espera han mantenido una tendencia descendente en todo el año, nadie ha podido manipular esto”.
Pese a mostrar disposición a escuchar a cualquier trabajador, ha puesto condiciones:
“Con pruebas reales y siguiendo un método, actuaríamos con las formas que podemos actuar. Pero a día de hoy no existe ninguna prueba que nos diga que eso haya existido”.
El audio, “un comentario” interno que “no ha afectado a la asistencia”
Matute ha tratado de acotar el alcance del escándalo al ámbito de las declaraciones personales del directivo:
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Ha señalado que el audio refleja “una voluntad que esa persona estaba compartiendo en una reunión interna”.
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Lo ha calificado como “lamentable, intolerable y reprobable”.
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Ha insistido en que el CEO “está apartado de la gestión del hospital”.
Sin embargo, ha subrayado que, más allá de esas palabras, su obligación es “seguir encima” y comprobar, con auditorías y datos, que la asistencia no se ha visto afectada.
Transparencia: sin publicar actas ni auditorías, pero “toda la información si se pide”
Preguntada por la decisión del Gobierno regional de dejar de publicar las actas de reuniones con las concesionarias sanitarias y las auditorías de los hospitales de gestión privada, Matute ha defendido que:
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“No estamos obligados a publicarlos”, por lo que se ha dejado de hacer.
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Asegura que no responde a un ánimo de opacidad: “No es por ocultar”.
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Sostiene que, cuando se pide información por transparencia, “punto por punto la damos toda”.
La consejera ha afirmado que la Comunidad de Madrid “no es que sea transparente, es que nos desnudamos”, y ha garantizado que los datos utilizados para asegurar que no hay irregularidades en Torrejón están disponibles si se solicitan formalmente.
Defensa cerrada de la colaboración público-privada
En medio de la polémica por la gestión de Ribera Salud y por el flujo de pacientes hacia hospitales de gestión privada, Matute ha defendido con firmeza el modelo mixto:
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Ha reivindicado la colaboración público-privada como herramienta “para mejorar la asistencia de los madrileños”.
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Ha recordado que este modelo no es exclusivo de Madrid y se aplica también en otras comunidades autónomas.
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Ha acusado a la ministra de Sanidad, Mónica García, de tener “una obsesión un poco patológica” con Madrid: “Si no se fija en Madrid, no está tranquila”.
La consejera ha insistido en que su prioridad es garantizar la atención sanitaria y que, si en algún momento se detecta que un contrato o una gestión privada daña ese objetivo, “se actuará con contundencia”.
Compromiso de seguir investigando mientras crece el desgaste político
Pese a afirmar que no hay pruebas de que las palabras del CEO se hayan traducido en hechos, Matute ha admitido el daño reputacional que han sufrido los profesionales del Hospital de Torrejón, de quienes ha destacado que están “muy molestos” por que se ponga en duda su compromiso.
La Consejería mantiene abierto el seguimiento del centro, mientras la polémica alimenta el debate sobre:
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Los límites del modelo de gestión privada en hospitales públicos.
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El control real que ejerce la administración sobre las concesionarias.
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La publicación o no de auditorías y actas que permitan un escrutinio independiente.
Por ahora, la versión oficial de la Comunidad de Madrid se resume en tres ideas: los audios fueron un “comentario” inaceptable, el CEO ya no gestiona el hospital y las listas de espera de Torrejón, según sus datos, no han empeorado sino mejorado.