El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vivido una jornada complicada marcada por la fractura visible entre sus socios parlamentarios, tras los últimos audios del caso Koldo y la renuncia de su exnúmero tres, Santos Cerdán, por su implicación en una presunta trama de corrupción.
Durante la ronda de reuniones celebrada en La Moncloa, el presidente solo ha podido fotografiarse con una formación: EH Bildu. El resto de partidos ha marcado distancias, algunos rechazando incluso ser captados por las cámaras.
Rufián: “No sé cuánto tiempo queda”
El portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, ha sido tajante al salir del encuentro: “No sé cuánto tiempo queda, pero hay que aprovecharlo”. Ha descrito a Sánchez como un “presidente tocado” y ha denunciado que la cita parecía “una especie de besamanos”. Según el dirigente independentista, el jefe del Ejecutivo se habría comprometido a reformar el Código Penal para perseguir a los corruptores, señalando a las constructoras.
Rufián ha insistido en que la legislatura atraviesa un momento incierto, en el que nadie sabe si queda mucho o poco tiempo. ERC ha optado por reunirse sin presencia de medios, una decisión compartida por PNV y Coalición Canaria, reflejo de un apoyo cada vez más frágil.
Belarra y Podemos: “La legislatura está muerta”
Desde Podemos, el mensaje ha sido aún más duro. La secretaria general, Ione Belarra, ha afirmado que “políticamente, la legislatura ya está muerta” y que ni una cuestión de confianza ni una moción de censura solucionarán la situación. La formación morada, al igual que el BNG, ni siquiera ha acudido a su cita con el presidente, al considerar “acabado el ciclo político”.
Advertencias del PNV y CC
La portavoz del PNV en el Congreso, Maribel Vaquero, ha expresado la “profunda preocupación” de su partido por la gravedad del caso Koldo. Aunque ha rechazado “mercadear” con la crisis, ha exigido a Sánchez que actúe con “ejemplaridad y transparencia” y le ha pedido que comparezca cuanto antes en el Congreso, sin esperar al 9 de julio.
Por su parte, la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido, ha advertido al presidente de que no puede contar con su apoyo en este momento. “La confianza se ha quebrado”, ha afirmado, subrayando que la gobernabilidad está en entredicho no solo por parte de su formación, sino también de otros socios clave.
Bildu pide contundencia y un giro político
La única formación que ha accedido a dejarse fotografiar junto a Sánchez ha sido EH Bildu. Su portavoz, Mertxe Aizpurua, y el representante en el Senado, Gorka Elejabarrieta, han pedido al presidente decisiones “valientes” y un “nuevo programa político plurinacional y social”. Pese a mantener la interlocución abierta, han reclamado una respuesta contundente a la crisis.
Escenario de crisis y desgaste
La presión sobre Sánchez no cesa. Las declaraciones de sus aliados parlamentarios apuntan a un desgaste creciente del Gobierno, con el caso Koldo como epicentro de un terremoto político que no deja de sumar réplicas. La renuncia de Santos Cerdán, vinculado directamente a una de las empresas investigadas, ha provocado un replanteamiento generalizado del apoyo parlamentario que sostiene al Ejecutivo.
La situación ha avivado las especulaciones sobre un posible adelanto electoral, especialmente tras las ausencias de Podemos y BNG en la ronda de contactos y la crítica unánime a la falta de responsabilidad asumida por el Ejecutivo.
Así, mientras Sánchez insiste en mantener el control, los apoyos clave se tambalean y la legislatura entra en zona de turbulencias.