Los encuentros se celebrarán en Moncloa, con una duración prevista de 30 minutos. Feijóo ha criticado el escaso tiempo de la reunión y ha exigido un informe previo y detallado sobre la propuesta del Gobierno.
Un encuentro tras más de un año de distanciamiento
Sánchez y Feijóo volverán a verse 447 días después de su última reunión, celebrada en diciembre de 2023, cuando pactaron la reforma del artículo 49 de la Constitución y desbloquearon la renovación del CGPJ con la mediación de la Comisión Europea. Desde entonces, no han intercambiado ni una sola palabra en privado.
El PP considera esencial su apoyo en esta cuestión, ya que los socios de Sánchez se oponen al incremento del gasto en defensa. Feijóo ya ha respaldado en Bruselas la necesidad de que los países europeos alcancen el 2% del PIB en gasto militar, e incluso ha suscrito una declaración del PPE que aboga por superar el 3%.
El rechazo de los socios del Gobierno
Mientras Feijóo presiona para incrementar el presupuesto de defensa, los aliados de Sánchez recelan de esta decisión. Sumar reconoce la necesidad de una defensa europea propia, pero defiende que el esfuerzo inversor no recaiga solo en los Estados y apoya una financiación común de la UE.
Desde el PSOE confían en que Sumar acabe apoyando la medida por "sentido de Estado". Sin embargo, partidos como ERC, Bildu y Podemos rechazan la propuesta. Ione Belarra ha sido especialmente dura con Sánchez, afirmando que "cada euro destinado a armas es un euro menos para sanidad y educación" y advirtiendo que el presidente "perderá las elecciones por convertirse en un señor de la guerra".
Vox, excluido de la reunión
Vox no participará en la ronda de contactos, lo que Feijóo ha calificado de "apartheid político". Sin embargo, Santiago Abascal ha asegurado sentirse "aliviado" por no ser llamado y ha reiterado su negativa a reunirse con Sánchez, a quien ha acusado de ser "un tramposo y un trilero" que solo busca su "permanencia en el poder".
Un encuentro clave en un contexto internacional tenso
La reunión entre Sánchez y Feijóo se enmarca en un momento clave para Europa, con la guerra en Ucrania prolongándose y la presión de la OTAN para que los países europeos aumenten su gasto en defensa. El Gobierno necesita apoyos para sacar adelante su propuesta, mientras que Feijóo ve en este tema una oportunidad para marcar perfil y condicionar el debate sobre seguridad y política exterior en España.