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Illa comparecerá este martes en el Parlament para abordar los presuntos casos de corrupción del PSOE y su impacto en Cataluña

El president de la Generalitat acudirá a la Cámara catalana en plena revisión del Supremo sobre la prisión preventiva de Santos Cerdán, exdirigente socialista

El líder del PSC, Salvador Illa, en su discurso de investidura en el Parlament | Foto de PSC
photo_camera El líder del PSC, Salvador Illa, en su discurso de investidura en el Parlament | Foto de PSC

El president de la Generalitat, Salvador Illa, comparecerá el próximo martes en el Parlament de Cataluña para ofrecer explicaciones sobre los presuntos casos de corrupción vinculados al PSOE y su posible repercusión en Cataluña. Esta intervención se produce a petición de Junts y coincide con la vista en el Tribunal Supremo para decidir si se mantiene la prisión preventiva del exsecretario de Organización socialista Santos Cerdán, implicado en una presunta red de corrupción según informes de la Guardia Civil.

La Junta de Portavoces del Parlament acordó esta semana incluir en el orden del día del último pleno del periodo de sesiones la solicitud de comparecencia del president, una petición que Illa ya había manifestado su disposición a atender semanas atrás. Desde el Ejecutivo catalán han afirmado que “no hay nada que esconder” y que el president responderá con total transparencia a las preguntas de los grupos parlamentarios.

Presiones desde la oposición y contexto judicial delicado

Los partidos de la oposición, especialmente Junts, PP y Vox, llevan semanas exigiendo explicaciones a Illa desde que se conociera que Santos Cerdán aparece como presunto implicado en una trama de corrupción investigada por la Unidad Central Operativa (UCO). Las demandas se intensificaron tras el ingreso en prisión preventiva de Cerdán, dictado el pasado 30 de junio por el juez instructor Leopoldo Puente.

Desde Junts, su portavoz parlamentaria Mònica Sales y su presidente de grupo Albert Batet subrayaron el 18 de junio la necesidad de que Illa se pronunciara “por la gravedad de los hechos y su posible incidencia en Cataluña”, además de registrar formalmente la solicitud de comparecencia.

El momento elegido para esta explicación institucional no es casual: coincide con la vista del Tribunal Supremo que revisará la medida de prisión preventiva adoptada contra Cerdán. El alto tribunal decidirá si mantiene esta medida o da la razón a la defensa del exdirigente, que ha solicitado su puesta en libertad provisional.

Vista a puerta cerrada y posiciones enfrentadas

La audiencia judicial se celebrará a puerta cerrada y contará con la participación de la defensa de Cerdán, la Fiscalía Anticorrupción y las acusaciones populares, entre ellas la ejercida por el Partido Popular, que se opone frontalmente a su liberación.

El tribunal encargado de resolver el recurso está compuesto por los magistrados Juan Ramón Berdugo, Antonio del Moral y Pablo Llarena, siendo este último el ponente del auto que se dictará. En su recurso, la defensa de Cerdán denuncia una “causa general sin pruebas suficientes” y sostiene que su encarcelamiento tiene como fin presionarlo para obtener una confesión, como supuestamente habría ocurrido con el empresario Víctor de Aldama, también imputado en la causa.

Por su parte, el juez Puente argumentó la necesidad de prisión preventiva por el riesgo de destrucción de pruebas, posibilidad de influir en testigos y la presunta capacidad de control sobre adjudicaciones públicas que Cerdán aún podría conservar tras la salida de José Luis Ábalos del Gobierno.

Expectación política y judicial

La comparecencia de Illa promete ser uno de los momentos clave del actual curso político en Cataluña, no solo por la relevancia del caso, sino porque marcará un hito en la presión parlamentaria al president, apenas semanas después de su investidura. A pesar de la complejidad del caso, desde la Generalitat se insiste en que Cataluña no se ha visto afectada por ninguna de las actuaciones presuntamente irregulares, aunque no se descarta que la oposición insista en explorar vínculos o ramificaciones territoriales.

En definitiva, el martes será una jornada doblemente decisiva: mientras el Parlament escuche a su presidente hablar de presunta corrupción vinculada a su propio partido, el Supremo podría resolver el futuro inmediato de uno de sus antiguos altos cargos. Todo ello en un contexto de creciente tensión política y vigilancia judicial.