Declaraciones Ábalos

Ábalos rompe su silencio: acusa a Cerdán y Koldo de presionarle y reconoce que intentó ocultar pruebas con datos sobre Sánchez

El exministro de Transportes admite haber sido presionado por sus excolaboradores en el 'caso Koldo' y asegura que fue víctima de una trama que se originó en Navarra

Ábalos en una rueda de prensa - Foto del Congreso de los Diputados
photo_camera Ábalos en una rueda de prensa - Foto del Congreso de los Diputados

El exministro de Transportes José Luis Ábalos ha roto su silencio en una entrevista concedida a la Cadena SER, en la que se presenta como víctima de una supuesta trama de corrupción liderada por Santos Cerdán y Koldo García, y en la que reconoce por primera vez que fue presionado para influir en contrataciones públicas desde su etapa al frente del Ministerio.

Soy un gilipollas, me han utilizado”, ha declarado Ábalos en un tono autocrítico y visiblemente afectado, asegurando que fue “penetrado en el Ministerio” por una “dinámica corrupta previa que traían desde Navarra”. En sus palabras, tanto Cerdán como Koldo presionaron para orientar adjudicaciones de contratos, si bien ha negado haber recibido mordidas o haber participado en una financiación ilegal del PSOE.

El disco duro con mensajes sensibles

Uno de los puntos más llamativos de sus declaraciones es la confirmación del contenido del disco duro requisado durante el registro en su domicilio de Valencia, el pasado 10 de junio. Dicho dispositivo fue ocultado, presuntamente, por una mujer que le acompañaba en ese momento y que intentó sacarlo camuflado en sus pantalones junto con un perro.

Ábalos ha confirmado que en el disco se encuentra su estrategia de defensa legal y conversaciones grabadas desde 2021 con Pedro Sánchez, varios ministros y directores de medios de comunicación. Aunque afirma que parte de ese contenido ya está en manos de la Unidad Central Operativa (UCO), se ha mostrado dispuesto a colaborar con la Fiscalía y a negociar un posible pacto.

Molestia con Sánchez y sensación de abandono

El exministro ha expresado su malestar con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que reprocha haberle dejado “solo ante la opinión pública” mientras protegía a Santos Cerdán, actualmente imputado por el Tribunal Supremo y objeto de la reciente entrada de la UCO en la sede de Ferraz.

Me dejaron como si yo hubiera sido el cerebro de algo que nunca ocurrió”, lamentó Ábalos, insinuando un trato desigual dentro del partido en cuanto al reparto de responsabilidades políticas. Se declara especialmente molesto por la falta de apoyo institucional y por el uso político de su figura en esta crisis.

Rechazo de las grabaciones filtradas y acusación sin pruebas

Pese a admitir el intento de influir en las contrataciones y la existencia de una estructura corrupta, Ábalos ha negado la veracidad de los audios filtrados hasta ahora y rechaza haber cometido delitos de cohecho. Insiste en que, de haber existido alguna irregularidad, no fue consumada, sino “una conversación sobre una supuesta deuda”.

En un giro personal, también ha reconocido la repercusión mediática negativa de que estuviera acompañado por una mujer durante el registro de su domicilio: “Me crecen los enanos con la chica esta”, ha dicho, tratando de restar importancia al hecho.

Próxima declaración ante el Supremo

El exministro, que fue clave en la moción de censura que llevó a Sánchez a la presidencia y durante años una figura central del PSOE, está citado a declarar el próximo lunes 23 de junio ante el Tribunal Supremo. Su testimonio será clave para el desarrollo de las investigaciones en el llamado caso Koldo, que ha puesto en jaque a la cúpula socialista y al propio Ejecutivo.

El caso, que investiga presuntas adjudicaciones irregulares de obra pública, ha derivado en una grave crisis política con implicaciones judiciales para varios altos cargos, en un contexto marcado por las presiones para que Pedro Sánchez comparezca en el Congreso, algo que no sucederá, previsiblemente, hasta julio, y de forma acumulada con otras materias.

Con su confesión, Ábalos reabre un frente interno en el PSOE y agrava la situación política del Gobierno, que ya se enfrenta a una tormenta judicial y mediática que amenaza con alargar la crisis de credibilidad institucional.