En Chile se está construyendo un puente sobre el Canal de Chacao, a más de 1.000 kilómetros al sur de Santiago, el cual conectará el continente con la Isla Grande de Chiloé. En la isla, viven aproximadamente 170 mil habitantes y tiene algo más de 9.000 kilómetros cuadrados de superficie. Chiloé posee un folclore propio, tradiciones centenarias y además, en su archipiélago se incluyen al menos 40 islas de tamaño importante, más un centenar de islas menores. Chiloé fue uno de los últimos bastiones españoles en Chile. Misioneros católicos llevaron adelante a partir del siglo XVII, la construcción de unas 400 iglesias de madera, de las cuales 16 han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El Archipiélago de Chiloé, llama la atención por su belleza y constituye un destino turístico importante para el sur de Chile. En las distintas bahías se producen salmones, choritos y se extraen otros productos del mar. Para unir la isla al continente, se lleva a cabo la construcción de un puente de 2.700 metros de extensión y de una altura de 59 metros. Hasta ahora, la conexión se realiza en eficientes barcazas, las que comunican las localidades de Pargua en el continente con Chacao en la Isla. El cruce tarda entre 25 y 35 minutos, dependiendo de las condiciones climáticas. La construcción del puente lleva un 50% de avance, lo que significa que su inauguración está prevista para fines de 2028, más de 8 años después de lo planeado originalmente. Además, el presupuesto de construcción inicial era algo más de 600 millones de euros y terminará siendo aproximadamente 800 millones de euros. Este puente colgante, será el más extenso de América Latina y el tiempo para atravesar su recorrido será de aproximadamente 5 minutos. Si vamos a las críticas, éstas se inician por la duda acerca de la real necesidad que tenía este puente para la isla. Hasta ahora, el sistema de barcazas ha sido eficiente. La isla tenía y sigue teniendo muchas urgencias y necesidades que aconsejaban priorizar otras obras. En efecto, la isla tiene un déficit importante de carreteras, de puertos, de viviendas, de hospitales y de escuelas. Al ser un destino turístico, la condición de isla y la forma de acceder a ella, representan un atractivo en sí mismo. Por otra parte, la altura del puente impedirá que el Canal de Chacao sea atravesado por los cruceros más grandes, que empinan su altura hasta los 70 metros. Otras limitaciones indican que los fuertes vientos, normales en esa zona, obligarán a cerrar el puente en algunas ocasiones. La conclusión, es que observamos que este puente no tenía urgencia, habían otras obras prioritarias y los costos y plazos, una vez más, exceden a lo propuesto en el origen. Las autoridades de turno quieren dejar “legados grandiosos”, pero a costa de retrasar el desarrollo de los ciudadanos, quienes buscan mejoras más gravitantes en su día a día. Adicionalmente, es frecuente constatar que quienes proponen estas mega obras, disminuyen costos y plazos reales de construcción, a objeto de lograr aprobaciones y una vez iniciadas las obras, ya no es posible volver atrás. Las autoridades chilenas han llevado adelante un proyecto, que ni siquiera en el Estrecho de Messina, que tiene un ancho similar al del Canal de Chacao y Sicilia una población de 5 millones de habitantes, se ha llevado a cabo. Son reflexiones necesarias a la hora de tomar decisiones que comprometen el presupuesto de una nación, al final del día, el bolsillo de los contribuyentes.
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