La República Democrática del Congo es uno de los países con más recursos naturales del mundo, y, contradictoriamente, también uno de los más pobres.
Según el Índice Desarrollo Humano de Naciones Unidas 2023/24 se encuentra en la posición 180 de un total de 193 países, lo que lo ubica entre los de más bajo desarrollo humano del mundo. Su población es de 105 millones de habitantes, y su esperanza de vida de 59 años (si comparamos con España el mismo indicador es de 83 años).

Según la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), la República Democrática del Congo es el país de África con el mayor número de desplazados internos, más de cinco millones, y el país del mundo con el número más elevado de personas que padecen inseguridad alimentaria, siendo que más de 27 millones de congoleños (1 de cada 3) se encuentran en situación de hambre crítica. Además, es uno de los territorios del planeta más devastado por la guerra y el conflicto.
A esta situación crítica, que no es reciente, se suma que el 27 de enero de este año, la milicia *M23 tomó el control de una de las principales ciudades de la República Democrática del Congo, Goma, capital de la región Kivu del Norte, que limita con Ruanda.
Según datos del Ministerio de Salud de la RDC unas 7000 personas han muerto desde entonces y miles debieron desplazarse por esos enfrentamientos entre guerrilla y gobierno.
La situación es crítica, faltan alimentos y agua, y el riesgo de padecer un brote de enfermedades en los campos de refugiados es altísimo.
Es importante destacar que las mayores reservas de coltán y cobalto se encuentran en RDC, específicamente el 74% del cobalto del mundo y el 80% de todo el coltán, pero: ¿por qué son importantes estos minerales? Porque son fundamentales para fabricar las baterías de dispositivos electrónicos del mundo. Hay un gran temor de un inminente estallido de una guerra regional en esa zona de África.
Hoy en día los conflictos sociales, las guerras, el hambre, y la injusticia no dan tregua, pero tenemos un arma muy poderosa: el conocimiento y la divulgación de la información.
La responsabilidad como ciudadanos del mundo de abrir la mente y el corazón, para escuchar y difundir las injusticias que suceden, no acostumbrarnos a ellas, a verlas allá a lo lejos, y remotamente, para no enterarnos dentro de varios años, quizás a través de una película que venda, sobre genocidios y asesinatos que hoy se sabe que están ocurriendo y que se podían haber evitado: ¡despertemos!
Hace unos años trabajé como cooperante en la República Democrática del Congo, específicamente en Kinshasa, su capital, y pude ver la maravilla de país que es, así como la injusticia y la pobreza extrema que se padece, y que con esta situación, no hará otra cosa que agravarse.
Hoy pido por toda la gente que conocí en Kinshasa, y por mis amigos de Burundi, otro país que limita con la RDC y donde se teme que si este conflicto se extiende llegue.
Sea cual sea tu creencia, reza y pide, incluso al universo mismo por la paz en cada rincón del mundo, por un alto al fuego y por la protección de los ciudadanos, y de todos los cooperantes y trabajadores que están por voluntad propia ayudando y aportando en cada rincón del mundo. Y difunde esta noticia.
Que haya paz en el mundo.
*El M23 es un grupo rebelde militar de la República Democrática del Congo formada mayoritariamente por miembros de la etnia tutsi, que se constituyó el 4 de abril de 2012 cuando 300 soldados, la mayoría de los cuales eran antiguos miembros del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo, se rebelaron contra el gobierno congoleño.