Como sabemos, el "Sanchismo" plantea cambiar la ley para perseguir las verdades que ellos llaman "bulos".
Regular la publicidad institucional en los medios no afines, es el arma que utilizarán para conseguir la estratégica <Regeneración democrática> que no es otra cosa que <Degeneración antidemocrática> que es lo que necesitan imponer, dada la condición depravada del entorno que requieren para obtener leales correligionarios.
Caer en la retórica, es insistir una vez más en el radicalismo que poco a poco nos ha ido imponiendo la hoja de ruta genialmente elaborada por los dictadores comunistas más experimentados y miserables de España, cómo son: Pablo Iglesias, Errejón y Monedero, con la colaboración de Zapatero, Iván Redondo, Garzón y ahora Bolaños, bajo la dirección ejecutiva e impositiva de Pedro Sánchez.
Si tuviéramos un digno presidente de esta oposición más conformista que resolutiva, saldría al paso para decir las cosas claras y llamar por su nombre a los temores que asolan a Sánchez. Lamentablemente, solo tenemos un Feijoo socioliberal, encubierto en el PP, y conformista con seguir siendo el líder de algo que no le suponga responder contundentemente al estilo Ayuso. Feijoo, es un profesional del discurso suavemente incisivo, que de vez en cuándo nos ofrece sin pedir un debate público cara a cara para desmontar las mentiras del gobierno y poner en entredicho a Pedro Sánchez ante una democracia notablemente fallida.
Feijoo, le dice cosas a Sánchez que más que dirigidas a él, van hacia los oídos de los peperos, pero que simplemente ahí quedan acompañadas de una mueca casi amistosa, porque no le interesa otra cosa que no sea la caída de la breva por su propio peso sin entrar a la poda.
La libertad de expresión, es una de las máximas cualidades de lo que pueda quedar de la fracasada democracia en todo el mundo. Perseguir medios y periodistas por el hecho de no ser afines, constituye una acción delictiva no contemplada en el código penal, que no por ello deja de ser una forma de instigar al silencio.
Sólo las democracias que han sabido limitar los excesos y mentiras provenientes de la UE., y de los complejos de aquellos dirigentes contrarios a la esencia biológica del ser humano.., son protagonistas de un sistema político capaz de conservar los atributos propios de la naturaleza social, y por ello, perseguidos por los de la agenda 20/50; los wokes; la banda del orgullo y esa nueva generación de políticos afectados por los porros y las drogas mezclados con alcohol que consumieron durante su juventud y que ahora padecemos como un virus de irracionalidad permanente.
Sánchez y su camarilla de retaguardia, acorralados por Mohamed VI, Delcy Rodríguez, Maduro, Puigdemont, Abalos, el Magistrado Peinado, el Magistrado Marchena, Barrabés, los negocios de su mujer, la información de Pegasus, la oposición, y pronto parte de los países miembros de la UE., pretende acallar a aquellos que se atrevan a poner de relieve las mentiras y bulos del gobierno más falsario desde 1.978, empezando por su objetivo destructivo de la verdad para mantenerse en el poder.
Partiendo de la defensa a los peores dictadores que asolan países masacrados por los mismos intereses de permanencia en el poder, vislumbramos lo que nos espera. Son especialistas en destruir la convivencia, la familia, la economía, la educación, la empresa, la verdad, las Instituciones, la democracia, el sentido común y las personas.
Nos encontramos gobernados por exactamente el mismo perfil y condición de: Largo Caballero, Fidel Castro, Chávez, Maduro, Daniel Ortega, Evo Morales y Correa entre otros, sólo que, en tiempo y lugar de imposible operativa criminal.
Son individuos incapaces de reconocer el error y menos la derrota. Antes que rendirse nos empujan a lo peor. Son narcisistas patológicos llenos de carisma y soberbia, rodeados de fieles servidores muy bien pagados y posteriormente colocados ellos y sus parejas. Suelen buscar un entorno de ministros con mochilas de complejos y resentimientos para comprar sus voluntades y su ambición. Se comportan todos de igual manera, sometiendo al pueblo como auténticos líderes radicales mientras acusan de dictadores a sus opositores.
Si uno es objetivo, con mentalidad realista, y se instruye imparcialmente en la reciente historia, se dará cuenta que España ha pasado de una dictadura positiva de los años 50 al 77 a una dictadura negativa del 2020 hasta la fecha. Los dictadores que conocemos, como los anteriormente citados; de las primeras iniciativas que emprenden es dominar las Instituciones para convertir jueces en funcionarios y perpetuarse en el poder.
Si fuese verdad que se busca una Ley de transparencia, el líder de la oposición del PP debería proponer exactamente esa transparencia para que de forma pública Sánchez y ministros rindan cuentas de lo que dijeron tener y lo que verdaderamente tienen. De lo que dijeron no hacer e hicieron. De lo que dijeron hacer y no hicieron. De lo que ilegalmente han legalizado o consentido. De lo que pasó para regalar el Sáhara. De lo que pasó con los móviles. Del asunto Pegasus. En general, necesitamos un presidente de la oposición que rete una y otra vez a Sánchez para un careo ante la ciudadanía, en una cadena imparcial dirigida por presentadores audaces de reconocido prestigio, obligándole a responder sin circunloquios por lo que todos queremos saber.