
Creo que antes de avanzar con estas crónicas es necesario situarnos en el contexto de Burundi, un país de 12 millones de habitantes, y una esperanza de vida de 61 años (si comparamos la esperanza de vida, en España es de 83 años).
El lugar en el que me encuentro es la ciudad de Ngozi, donde viven aproximadamente 200.000 habitantes, a unos 200 km de Bujumbura, la capital de Burundi.
El Hospital de Ngozi es un hospital provincial público de referencia, es decir al que se derivan pacientes de toda la provincia. Entre los servicios de los que dispone hay una maternidad, un quirófano, laboratorio de imágenes, y pediatría. En lo que respecta a los servicios odontológicos hay 3 consultorios donados, y construidos por la cooperación internacional. En esos consultorios es donde los alumnos de la Formación de Técnicos en Odontoestomatología realizan las prácticas.
Es por eso que el trabajo de la Cooperación Internacional, y los acuerdos entre gobiernos, y organizaciones son tan importantes, no solo por los recursos que se pueden aportar, ya sea humanos como materiales, sino por su capacidad para poder trabajar en la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones.
Hasta una persona común puede aportar, siempre se puede ayudar, hay muchas formas de hacerlo. Incluso en el lugar donde uno vive, por ejemplo ¿cuánta gente viviendo en la calle en Madrid o las grandes ciudades?, ¿cuántas personas afectadas por el desastre climático en Valencia?, ¿cuántos inmigrantes pasándola tan mal, y tan solos?, ¿cuántos mayores vulnerables aislados, y analfabetos informáticos necesitan una ayuda para hacer un simple trámite o tomar una cita?
Son realidades que ocurren en todas partes, todos los días. Si bien es cierto que no a todas las personas las mueve la voluntad propia de querer aportar algo, estoy segura que hay muchos que tienen ganas de hacerlo, y no se animan, o lo dejan para más adelante.
Recomiendo vivir la experiencia de aportar al mundo de la forma en la que puedas, cerca o lejos, tu granito de arena. El viajar te permite conocer otras culturas, escuchar y hablar otras lenguas, y darte cuenta de que si bien todos tenemos nuestras diferencias, al final del día lo que queremos es estar junto a nuestros seres queridos, con la panza llena y en paz.
Ser cooperante te abre la mente y el corazón definitivamente.
La semana avanza y las clases también. Así transcurren los 1º días de formación, y asistencia en el hospital. Mientras a la par empezamos con la planificación de la actividad de asistencia que realizaremos en las escuelas.
Seguimos…