A Volapié

Illa y el dumping fiscal

Por desgracia la cantinela acerca del supuesto dumping fiscal madrileño no cesa. No pocas veces han tratado tanto el presidente Sánchez como ERC de manipular a la ciudadanía con este asunto.  Ahora parece que le ha tocado el turno a Illa, presidente socialista de la autonomía catalana. 

No contento con recibir del estado una financiación singular inspirada en la que tienen los territorios forales, lo que implica un privilegio para Cataluña a costa de empobrecer a las demás autonomías de régimen común, Illa también acusa a Madrid de dumping fiscal.

Olvida que Madrid también es una comunidad autónoma y por lo tanto también tiene capacidad normativa sobre sus propios impuestos, lo que significa que no sólo puede aumentar la presión fiscal, también puede bajarla. Cada región gestiona sus gastos y sus impuestos como quiere, y mientras la Generalitat de Cataluña lleva años empobreciendo a la ciudadanía mediante una creciente e injusta opresión fiscal, la Comunidad Autónoma de Madrid ha optado por lo contrario, afortunadamente. Ambas posturas son legales y legítimas pero sólo la segunda es exitosa. 

El resultado es que Madrid es en términos absolutos y relativos cada vez más rica mientras que Cataluña lo es cada vez menos. El “sorpasso” que le ha dado la primera a la segunda en veinte años es impresionante. Si dudan analicen los datos macro y microeconómicos de ambas regiones. 

Cataluña es un infierno fiscal y esto explica en gran medida por qué esta parte de España está declinando y quedándose atrás. Es la Generalitat la que compite deslealmente y la que hace dumping fiscal dado que, con un PIB similar, Cataluña aporta al fondo de compensación interterritorial tres veces menos que Madrid. Cataluña genera riqueza suficiente para aportar al menos el 90% de lo que aporta Madrid y sin embargo no lo hace, y esto sí es dumping fiscal. 

No debemos fijarnos en el nivel de los tipos impositivos, o en la presión fiscal, sino en quién recauda más por unidad de PIB. La realidad es que con tipos más bajos ingresa más la Comunidad de Madrid debido a que una menor presión fiscal impulsa el crecimiento económico, y es además más justa.

Illa ha tenido la desfachatez de calificar el nuevo concierto económico, o financiación singular, que le ha regalado Pedro Sánchez arbitrariamente como “modelo de prosperidad compartida”. Hay que ser cínico y manipulador para afirmar esto. No solo aporta Cataluña tres veces menos recursos fiscales que Madrid a la caja común, sino que además recibe del estado mucha más financiación. El nuevo modelo de financiación para Cataluña es absolutamente insolidario con el resto de España porque no va a compartir prácticamente nada. Illa es un mentiroso de campeonato.

La escasísima contribución que actualmente hace Cataluña se va a reducir a la mínima expresión. Esto es lo que sucede con el cupo que pagan tango Vascongadas como Navarra, aportación que está infravalorada por motivos políticos por todos conocidos. Es por lo tanto seguro que el cupo catalán también se calculará muy a la baja. Se lo ha impuesto ERC a Sánchez para que pueda seguir en la Moncloa, y obviamente Illa traga con todo, como buen político amoral y poltrón.

Cataluña está siendo fiscalmente insolidaria y tacaña con el resto de las autonomías porque pudiendo aportar mucho aporta poco. Es el resultado del infierno fiscal que imponen tanto los separatistas como el PSOE. Esto tiene una solución sencilla, si la Generalitat redujera sus impuestos al mismo nivel que Madrid su recaudación fiscal aumentaría notablemente, incluso mucho si esta reducción se viera acompañada de una sensata desregulación y liberalización. Menos impuestos y mayor libertad económica siempre producen más ingresos fiscales. Esto ha sucedido en Madrid, en Andalucía, en Irlanda, en Suiza, en Singapur, en los estados liberales de los EE.UU, y en muchos lugares más. 

Llama la atención cómo ni los territorios forales ni Cataluña han solicitado hacerse cargo de sus pensiones porque son deficitarias, no así las de Madrid. Es decir que el supuesto modelo de prosperidad compartida de Illa consiste en que Cataluña se quede con todos los ingresos fiscales, pague al estado un cupo inferior al coste, obtenga privilegios financieros vía condonaciones de deuda y mayores inversiones estatales que no reciben las demás autonomías de régimen común, o lo hacen en menor cuantía, todo esto a costa de las demás regiones autónomas. Eso sí, sus pensiones se las tenemos que pagar el resto de los españoles. ¡Bendita solidaridad socialista!. 

Esto significa que en realidad la Generalitat de Cataluña apuesta por un modelo totalmente insolidario en el que no va a compartir apenas nada, muy al contrario de lo que dice Illa. Lo que gana Cataluña lo pierden directamente las demás autonomías, salvo las forales que siempre tienen patente de corso. Esta financiación es realmente singular porque institucionaliza el robo y el saqueo,  primero a los catalanes, y luego a los ciudadanos del resto de España. Genera además notables desigualdades entre españoles en función de su lugar de residencia, es pues un sistema de financiación reaccionario y antidemocrático. Ningún gobierno central en ningún país del mundo habría aceptado un acuerdo tan dañino e insolidario como este, salvo el de Pedro Sánchez.

A la luz de estos hechos queda claro que es Madrid la que tiene un modelo compartido y solidario pues aporta el 70% de los fondos de garantía de los servicios públicos fundamentales. Esto lo logra cobrando menos impuestos y recaudando más. Cataluña tiene más impuestos y más altos y recauda menos por unidad de PIB. 

Tampoco es verdad que los servicios públicos en Madrid funcionen peor por estar insuficientemente financiados. De hecho, es al contrario porque Madrid tiene unas listas de espera sanitarias menores que las de Cataluña. No solo esto, en esta materia Madrid es líder entre todas las comunidades autónomas. En cuanto a la educación, el informe PISA muestra que Madrid lidera la tabla seguida por Castilla y León y Galicia. Cataluña está bastante por debajo de la media, lo que obviamente es un muy mal resultado.

Cataluña es la comunidad autónoma donde más personas con derecho a ayudas por dependencia fallecieron sin haber recibido un solo euro en 2024, concretamente 9.529 ciudadanos, el 25% de los fallecidos en esta situación en toda España. La cifra que corresponde a Madrid es 1.334, siete veces menos con una población similar. Está claro cual es el concepto de bienestar compartido de Illa, Sánchez y ERC.

El incremento brutal de impuestos que padece Cataluña se traduce en servicios públicos de baja calidad. Lo lógico sería copiar el modelo de Madrid puesto que genera más recursos fiscales y presta mejores servicios públicos. Por desgracia el socialismo desprecia la realidad, vive en su mundo de las ideas (equivocadas) y desprecia profundamente al ciudadano. 

La ideología es una rémora en el camino de la libertad y de la prosperidad pues rechaza tanto la verdad como las evidencias empíricas, y entre todas ellas la más dañina es la socialista. A la vista está que Illa y Sánchez no sólo nos mienten y manipulan, sino que nos empobrecen, nos hacen pagar más y nos dan menos a cambio. ¿Adónde va a parar la diferencia?, obviamente se la quedan ellos, sus partidos, la siempre creciente burocracia, así como los grupos de presión que les son afines. ¡Que no les engañen!.