La iglesia de la Veracruz (cruz verdadera) es uno de los atractivos patrimoniales del Barrio Lastarria, en el centro de Santiago de Chile. Por muchos años se creyó, erróneamente, que en el lugar donde se levanta este templo, estuvo edificada la residencia del conquistador español Pedro de Valdivia 1495-1553. Tres siglos después, en 1852, se levantó la Iglesia de la Veracruz en homenaje al fundador de Santiago. Entre las imágenes que posee la iglesia destaca un Cristo donado por el rey de España a la orden de los Mercedarios en el siglo XVI. Fue declarada Monumento Nacional en 1983. A comienzos del siglo XIX, en el Callejón de Mesías, actual calle José Victorino Lastarria, se encontraba una casa de adobe y tejas de los Barril, familia originaria de la ciudad de Valdivia (sur de Chile). Se cree que por eso surgió la idea popular de que esa casa había pertenecido al conquistador Pedro de Valdivia. Hacia 1847, Salvador de Tavira, Encargado de Negocios de España, propuso homenajear a Pedro de Valdivia en el lugar donde supuestamente había vivido. La proposición, cuyo objetivo era estrechar vínculos entre ambos países, fue recibida con gran entusiasmo, especialmente por parte del intendente de Santiago, coronel Francisco Ángel Ramírez, y por el arzobispo Rafael Valentín Valdivieso 1804-1878. La idea se concretó con la edificación de un templo dedicado al fundador de la ciudad de Santiago, en el sitio donde habría habitado. En 1852 comenzaron los trabajos de construcción, los que concluyeron en 1857 bajo la dirección del arquitecto francés Claude Brunet Des Baines 1799-1855 (el mismo del Teatro Municipal de Santiago), quien falleció un par de años después de empezar a alzar el edificio, por lo que en la etapa final tomó su lugar el arquitecto chileno Fermín Vivaceta. Su inauguración se realizó antes de ser terminada durante las Fiestas Patrias de 1855, y la primera misa se celebró un Viernes Santo.


La iglesia recibió el nombre de La Veracruz, en recuerdo de la llegada del cristianismo al continente, ya que el primer altar en América fue levantado un Viernes Santo, día en que se rinde culto especial al Madero Santo de la Cruz. Esta iglesia es de estilo neoclásico, con una sola nave techada a dos aguas. El motivo del Arco del Triunfo aparece representado en su fachada. La portada destaca por las columnas dóricas; el gran arco abovedado sobre ellas; y el frontón triangular que la remata. Sobre el ático que corona la fachada se levanta la espadaña donde se alojan dos campanas. En el altar se encuentra el Cristo que el Rey de España donó a los Mercedarios en el siglo XVI. Al costado izquierdo de éste, hay una imagen de la Virgen del Carmen. En la parte posterior del templo existe una imagen de Santa Teresa de los Andes, primera Santa chilena, hoy ennegrecida por el humo. La Iglesia de la Veracruz, monumento histórico de Chile, sufrió un incendio el día 12 de noviembre de 2019, durante las manifestaciones que vándalos anarquistas realizaron en el lugar donde está ubicada, el Barrio Lastarria. Se intentó asaltar el templo 15 veces y quemarlo otras 8. Por ello, permanecía cerrado. Si bien las circunstancias en que comenzó el fuego fueron materia de investigación, hubo videos y registros que circularon masivamente, cuando se inició el fuego. Uno de ellos, mostró cómo el humo salía del interior de la iglesia, la que tenía sus puertas cerradas. Otro video captó a un joven encapuchado rociando un líquido en la puerta del recinto religioso cuando aún no comenzaban las llamas. Cabe recordar que además de este templo, durante los días previos al atentado, numerosos edificios patrimoniales fueron consumidos por las llamas o por destrucción directa, incluida la Casa Schneider Hernández (erigida en 1915) y la Parroquia de la Asunción (construida en 1876). Según informó la Subsecretaría de Patrimonio del Ministerio de las Culturas, fueron más de 80 monumentos nacionales los perjudicados, en su mayoría rayados, pero algunos de ellos con graves daños. En la actualidad el templo está abierto a los feligreses y a quienes lo quieran visitar. El interior muestra los efectos de los daños provocados por el incendio. Se ha dejado el interior igual que después del incendio. El lugar se ha ido transformando en un centro de culto importante, con miles de visitas. Si los vándalos quisieron dañar el patrimonio físico, lo lograron, pero el patrimonio espiritual de los santiaguinos ha sido favorecido. El triste recuerdo del “estallido social”, el cual de social tuvo poco y de delictual mucho, ha dejado huellas profundas en los ciudadanos de Santiago. Se intentó derrocar al gobierno, se quemaron y dañaron 70 estaciones del Metro de Santiago, todo en “democracia”. Presos por estos actos terroristas no hay, pero el gobierno actual y la justicia, han perseguido a miembros de la policía, que solo obraron de acuerdo con el rol que les asigna la Constitución. Quien visite Santiago de Chile, no debe dejar de visitar este templo. ¡Alabado sea Dios!
