Las prohibiciones son la restricción de la libertad y los seres humanos debemos aspirar a vivir por encima de cuantas menos limitaciones, mejor. Pero alcanzar ese objetivo cada vez se convierte en algo más complicado, máxime cuando nuestros mandatarios nos toman por idiotas, porque según Aristóteles, libre no es quien hace lo que le da la gana, sino quien no se deja dominar por sus impulsos. O sea, que, según el filósofo, las leyes existen para los débiles, las personas libres son dueños de sus deseos.
Sin embargo, nos ahogan con leyes y más leyes…
¿Qué les pasa a esos señores de Bruselas capitaneados por Ursulina Von der Leyen con su camisita y su canesú, denunciada por actuaciones relacionadas con la industria armamentística, con la farmacéutica y por su mala administración y falta de transparencia? (El «New York Times» la ha llevado a los tribunales por ocultar sus SMS con directivos de las Big Pharma como pfizer.
Pues presuntamente los susodichos señores parecen ligera o profundamente perjudicados a nivel mental en lo que respecta a sus actos mandatarios para Europa en los que todo se les va en prohibir y prohibir, más incluso que en las peores dictaduras. Con el pretexto de ¡Cuánto trabajamos para ti, ciudadano europeo, para tu bienestar! y etc. etc., ya no saben qué hacer para amargarnos la vida, la de nuestros agricultores, ganaderos, transportistas, pescadores y todo lo que se pone a su alcance, mientras buscan desesperadamente la felicidad de las gallinas, por ejemplo.
Pero ¡qué horror!, qué cantidad de aparentes idioteces dicen y cuantas memeces mandan a través de sus medidas peligrosas a veces y restrictivas incesantes.
La última ocurrencia descerebrada es la de su plan de recorte que pretende reducir un 79% de los días de pesca de la flota de arrastre del Mediterráneo, pasando de 130 al año a 27 , y a un 30% los límites de captura de la gamba roja, hasta sólo 551 toneladas al año.
¿Dónde han aparcado el equilibrio entre la protección del medio ambiente y la libertad individual?
¿Quién les ha permitido aceptar en nombre de todos como una religión intransigente la Agenda 20/30 y el consiguiente Pacto Verde Europeo (Green Deal), que se han sacado de la manga burócratas y ecologetas sectarios y “Bon Vivant” para no ¡limpiar bosques ni presas, ni cauces de ríos y para que de este modo no sufran los sapos verdes ni los salmones!, por ejemplo?
¿Se ha olvidado en una amnesia generalizada que soportamos, que la Comunidad económica europea nació como propuesta de un mercado común para garantizar la libre circulación de mercancías, servicios, personas y capitales, y para aproximar progresivamente las políticas económicas de sus Estados, y no para fastidiarnos la existencia?
¿Dónde han quedado sus “encomiendas”? ¿Cuándo han cambiado hasta el punto de convertirse en meros vigilantes, o policías o Gestapos de lo más?
Dicen que la política hace extraños compañeros de cama y en el caso de Bruselas
Más todavía. Allí el PP pacta con el PSOE como si fueran la misma cosa, uña y carne, y doña Ursulina se aferra a Doña Teresa Ribera como si fuera lo más de sus anhelos y ambiciones y como si esta señora del PSOE hubiera gestionado de manera correcta un tema tan angustioso como el de la Dana de Valencia (del cual en cierta medida pudiera no ser inocente), y sus dramáticas consecuencias.
Pero no lo hizo, ni siquiera apareció para dar explicaciones ni consuelo a los damnificados. Ciertamente terrible. Feijóo y los suyos viajaron hasta Bruselas para impedir su nombramiento de segunda del cotarro Ursulinaceo, pero el Partido Popular Europeo les dejó tirados y en una posición ridícula. Los deseos de Sánchez amigo de Von der Leyen se cumplieron de inmediato, ¡Qué cosas! ¿Qué se ocultará tras tanto interés por colocar a su “peona” en el tablero?
Bruselas ha pasado de ser El Dorado de la UE a asemejarse cada vez más, al Manneken Pis, una estatuilla de unos 50 centímetros que representa a un niño desnudo orinando en la pila de una fuente situada en la parte antigua de la capital belga junto a la Grand Place.
¿Estarán también ellos, los que ostentan el poder de la “eurodiPutancia”, los que nos perjudican a tope haciendo pipi en la urna de nuestros votos, de nuestros deseos y esperanza de que nos dejen vivir en paz?
Y lo peor es que igual que el personaje, no miden de talla intelectual más de 50 centímetros