La Unión Europea lleva la lucha contra el Cambio Climático, tras la firma del “Acuerdo de París”, en 2015, como una de las prioridades de su Política Exterior y como un instrumento de Diplomacia Climática.
Para abordar un reto global, como el Cambio Climático, es importante el liderazgo y la UE está ejerciendo ese papel con la puesta en marcha de diversas iniciativas en este ámbito (“Declaración de Emergencia Climática“, “Pacto Verde Europeo”, “Ley Europea del Clima” y “Estrategia de adaptación al Cambio Climático de la UE”). Si bien, el Multilateralismo es el instrumento clave para poder llevar a cabo consensos y ser más fuertes, ante un fenómeno que afecta a los europeos, pero, también, a otros ciudadanos del mundo y que se encuentra entre una de las mayores preocupaciones y riesgos, a corto y largo plazo, según informes publicados por entidades de prestigio internacional.
En esa línea y consciente de la importancia de este instrumento de política internacional, la Unión Europea, con la participación de sus máximos representantes en este campo, como la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el Comisario Europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, en la “COP28” (Dubai,2023) y el “Foro de Davos” (2024), celebrado recientemente, trata de convencer a líderes políticos internacionales y líderes empresariales de ir juntos en este camino, bajo un espíritu de cooperación internacional.
Un Multilateralismo que como dice Naciones Unidas, a través de ONU Cambio Climático, debe ser inclusivo, es decir, que tenga en cuenta a la población más vulnerable (niños, mujeres, mayores y comunidades indígenas) frente a este reto global.
Diplomacia, Liderazgo y Multilateralismo inclusivo, tres pilares básicos sobre los que debe seguir construyéndose la Agenda Global contra los efectos del Cambio Climático, con compromisos ambiciosos, reales y acciones concretas.
