El Día Internacional de la Mujer, dedica este año a combatir la práctica del matrimonio infantil, una violación flagrante de los derechos humanos que condena a millones de niñas a una vida de privaciones y sufrimiento. Esta práctica arrebata a las niñas su infancia, interrumpe su educación y las expone a riesgos significativos para su salud física y mental.
Según datos recientes, más de 650 millones de mujeres y niñas vivas hoy en día contrajeron matrimonio antes de los 18 años. En países como Níger, el 76% de las niñas se casan antes de los 18 años; en la República Centroafricana y Chad, la cifra alcanza el 61%. En Bangladesh, el 51% de las niñas se casan antes de la mayoría de edad. Recientemente, en enero de 2025, Irak aprobó una legislación que reduce la edad mínima para contraer matrimonio por debajo de los 18 años, lo que podría legalizar la unión de niñas desde los 9 años.
Diversas religiones han respaldado o permitido el matrimonio infantil:
- Islam: Algunos países de mayoría musulmana aceptan matrimonios con menores, especialmente en contextos donde la ley islámica rige el derecho de familia. Esa costumbre machista, exige a la mujer una docilidad completa al marido.
- Hinduismo: En la India y Nepal, el matrimonio infantil ha sido una práctica vinculada a tradiciones religiosas y de casta. Aunque la ley india prohíbe el matrimonio infantil, persiste en comunidades donde se considera una obligación social y espiritual.
- Cristianismo: Durante la Edad Media y el Renacimiento, la Iglesia Católica permitía matrimonios con niñas menores de 14 años, en especial entre la nobleza europea. En algunas sectas fundamentalistas cristianas, aún se defienden los matrimonios tempranos como una forma de preservar la pureza y la obediencia femenina.
- Judaísmo: En el pasado, el matrimonio infantil fue una práctica aceptada en ciertas comunidades judías, aunque hoy en día el judaísmo en general rechaza esta práctica y respeta la mayoría de edad legal establecida en los países en los que se practica.
Todas estas religiones que son milenarias y junto con otras tradiciones han quedado distanciadas de la concepción moderna del matrimonio y el valor de la mujer en el mismo. El matrimonio infantil no es una tradición cultural inofensiva, sino una práctica dañina que debe ser erradicada. Para lograrlo, es esencial implementar y reforzar leyes que prohíban el matrimonio infantil, garantizar el acceso a la educación para todas las niñas y promover campañas de concienciación que desafíen las normas sociales que perpetúan esta violación de derechos.
Este tema es muy conocido y con una profusa discusión universal, mas en este Día Internacional de la Mujer, hago un llamado a los gobiernos, organizaciones internacionales y a la sociedad en general para unir esfuerzos en la erradicación del matrimonio infantil. Solo a través de acciones decididas y colectivas se podrá asegurar un futuro en el que todas las niñas tengan la oportunidad de crecer, aprender y desarrollar su máximo potencial en libertad y seguridad.