EL CLUB ABIERTO DE EDITORES - CLABE – está comprometido con la verdad y por lo tanto está comprometido con la lucha contra la desinformación y con los principios que REFRENDAN una información veraz, alineada con la defensa de la calidad democrática y cultural.
Porque la desinformación pone en riesgo la verdadera democracia y estoy de acuerdo con ese principio. Pues si los hechos han de ser SIEMPRE contrastados, ha de tenerse en cuenta que es imprescindible que los profesionales del periodismo velen concienzudamente para que esa calidad informativa nazca sin fisuras. Es sabido que el Foro Económico Mundial - preocupado por el asunto - ha asegurado que la desinformación es uno de los principales riesgos mundiales que avanzan de un modo peligroso. La propia Unión Europea ha definido la desinformación como la “información verificablemente falsa o engañosa que se crea, presenta y difunde con fines de lucro económico para engañar intencionalmente”.
Por esa razón es importante que los medios de información estén comprometidos con la fiabilidad y veracidad de sus informaciones.
Algunos gobiernos ya han legislado sobre ello para que la desinformación no sea capaz de causar daños irreversibles en la sociedad y en consecuencia en la democracia. Pero todo esto ha de explicarse con mucha precisión porque de lo contrario podríamos pensar que hay quien pretende que las noticias contrarias a sus propios intereses formen parte de la más cruenta desinformación y eso también podría chocar de frente con la libertad de prensa y por consiguiente con los auténticos valores de la democracia. Pues hay quien podría llegar a pensar que en los “artículos de opinión” la desinformación iría en línea con lo que yo opino como individuo, cuando mi opinión es contraria a la de otros, y también cuando participo de pleno hablando abiertamente sobre lo que formula el grueso asunto de la desinformación. Porque si pensamos - cada uno a nuestro modo, naturalmente - que quien emite o difunde noticias falsas con objetivos políticos o económicos está generando desinformación, debería de acudir a la raíz del problema, a la fuente del problema, que muchas veces nace de los propios políticos que dicen cosas falsas de modo interesado en cada campaña electoral o incluso en las declaraciones y en las ruedas de prensa y lo hacen con el único fin de acaparar votos o mantener los que tenían. El periodista es un trasmisor y debe ser un trasmisor fiable, pero también es un ser pensante y no debe falsear “intencionadamente” para que de su falseamiento derive un beneficio… Pues en las recientes elecciones de EEUU se ha dado el supuesto de que hay quien ya ha escrito de la “desinformación interesada” por parte de Elon Musk - ya se lo he escuchado a algún prestigioso periodista - pudo haber contribuido a que Donald Trump fuese elegido, por segunda vez, Presidente de un país tradicionalmente democrático. Y a mí o a ti, que NO HEMOS VOTADO porque NO SOMOS ciudadanos norteamericanos, puede que nos guste o que NO nos guste el resultado de la elección, pero lo que es cierto es que han sido los estadounidenses los que votaron según sus criterios y, libremente eligieron lo que quisieron elegir. Las pasadas elecciones eligieron a Joe Biden y en estas últimas de nuevo a Donald Trump, que ya había sido presidente y ya sabían los norteamericanos cómo iba a gobernar. Se supone que les gustó cómo gobernaba y por eso lo volvieron a elegir… Y eso es el principio de la democracia. La alternancia en el poder, entre otras cosas. Ojalá pudiera estar diciendo eso mismo de lo que sucedió en la Venezuela de Maduro, que los venezolanos votaron libremente y eligieron libremente. No eligieron a Maduro, pero sigue gobernando porque es un dictador, y no he escuchado revuelo alguno por parte de los políticos españoles de izquierdas que se tienen por demócratas.
La buena información es imprescindible, pero no hemos de cuestionar los principios de libertad individual que ostentamos los individuos de los países democráticos para elegir lo que nos gusta. LO QUE NOS DA LA PUTA GANA. Porque cuando la desinformación nace en la propia política - muchas veces nace de los políticos - no son los periodistas responsables, y en el supuesto de las maletas que trajo a España Delcy Rodríguez - vicepresidenta de Venezuela - no se nos informó por parte de nuestro ejecutivo lo que contenían esas maletas y los periodistas averiguaron, indagaron y dedujeron para saber que en realidad contenían dinero contante y sonante, documentos comprometidos y oro en lingotes. Si no fuese cierto lo que digo que demuestren que no es cierto y que nuestros gobernantes nos digan la verdad. Esto que digo ahora no es desinformación. Cuestiono la desinformación que nos ofreció - en ese caso y otros muchos casos - el actual Gobierno de España que con tanta frecuencia desinforma.