Desde hace bastante tiempo nos dicen que estamos en una emergencia climática existencial y que las emisiones de carbono deben alcanzar el 0% en 2050. Este objetivo es simplemente imposible de alcanzar y tremendamente empobrecedor, como vamos a ver.
Lo primero es decir alto y claro que las evidencias demuestran que, aunque el recalentamiento existe, no estamos ante un fenómeno existencial para la humanidad. Se estima que hacia 1870 morían 5 millones de personas al año en todo el mundo debido a catástrofes naturales. En 1920 eran 500.000, en 1970 55.000 y en 2020 menos de 10.000 al año. E
Lo segundo es que necesitamos más energía nuclear porque es barata, eficiente, estable, y no emite gases de efecto invernadero. Es interesante saber que tiene una densidad energética 1 millón de veces mayor que el gas natural, el metano, el hidrógeno, el diésel y la gasolina. La nuclear no solo no se debe cerrar sino que se debe ampliar, como están haciendo la mayor parte de los países donde impera la racionalidad, como los EE.UU, Suiza, Francia, Escandinavia, China etc...
Se estima que la energía nuclear va a experimentar un fuerte crecimiento a nivel mundial pasando del 4% actual al 20% del mix de generación en 2075.
Lo tercero es asumir que las renovables actuales no son la solución porque son intermitentes y caras, son una herramienta más que ha de tener, y tendrá, un peso minoritario, aunque significativo en el mix de generación global. El peso de las renovables en la generación es del 20%, porcentaje que se estima permanecerá estable hasta 2075. Europa compite con EE.UU, India y China, y todos ellos tienen una energía mucho más barata.
Veamos por ejemplo qué ha sucedido en Gran Bretaña (GB) desde hace 20 años. Según la Agencia Internacional de la Energía, desde 2003 el coste del Kwh en precios constantes se ha multiplicado por 3. Sin embargo, en los EE.UU el precio no ha variado. La energía barata explica en parte el enorme crecimiento de la prosperidad del ciudadano medio norteamericano respecto del británico desde 2008 (+75% a favor de EE.UU.).
Desde el 2008 el consumo de energía por persona y día en GB se está reduciendo (cayó a 10 Kwh en 2023) debido a su excesivo coste por culpa de las políticas del 0 neto, hasta el punto de que hasta China les ha adelantado (15 Kwh). Hay que destacar que el ciudadano de los EE.UU. consume 33 Kwh por día gracias a que el precio que paga es muy inferior. Un mayor consumo está correlacionado con una mayor renta per cápita, y viceversa. Pero para poder consumir más y generar más riqueza hace falta que la energía sea barata, y Europa ha escogido tener una energía cara…..
Los países con un mayor % de renovables en su mix de generación como Dinamarca, España, Alemania, Grecia, GB y los Países Bajos son los que tienen la energía más cara según la Agencia Internacional de la Energía. Hablamos de 2 a 3 veces más que lo que pagan los agentes económicos en los EE.UU., Japón, Francia, Canadá, India y China. Esto daña la competitividad de nuestras economías y reduce el empleo.
Lo cuarto es comprender y asumir que el petróleo y el gas (y el carbón en los países no OCDE) van a seguir siendo necesarios más allá de 2075.
Desde 1965, la cuota del carbón se ha reducido notablemente hasta el 28% actual, y se estima que caerá al 18% en 2075. La parte del petróleo ha menguado hasta el 30%, y se proyecta que ronde el 20% dentro de 50 años. En cuanto al gas natural, su cuota ha doblado alcanzando el 25%, y se prevé que se mantenga estable las próximas cinco décadas.
En conclusión, vista la evolución de la energía fósil a lo largo de los últimos 60 años, queda claro que alcanzar un 0% de emisiones de carbono en 2050 es imposible.
Lo quinto es entender que la política del 0 neto en 2050 es tremendamente empobrecedora y que requiere una cantidad ingente de recursos que la mayor parte de los países no tienen. Se estima que el coste de esta política para la UE 27 equivale al 10% del PIB al año, algo inasumible. En un momento en que el endeudamiento de la eurozona está en niveles récord, y en el que se pretende aumentar el gasto en defensa notablemente, simplemente no hay ni recursos ni capacidad de endeudamiento adicional para acometer el gasto que está política maximalista requiere.
Abandonar el 0 neto por políticas tendentes a reducir las emisiones sin dañar el crecimiento ni gastar por encima de lo posible es lo más sensato. Invertir en I&D e implementar tecnologías menos contaminantes, pero competitivas en precio y predecibles, podría tener un coste del 2,5% del PIB anual, algo mucho más asumible.
Se estima que un ahorro de al menos el 30% en el coste medio de la energía es factible, lo que impulsaría el PIB en 0,75 puntos porcentuales, lo que reduciría el coste neto de la política climática al 1,75% del PIB por año, algo que está al alcance de la mano recortando el gasto público improductivo ya que ni la fiscalidad ni el endeudamiento dan para más.
La política del 0 neto tiene un objetivo inalcanzable porque niega la realidad y además, es notablemente empobrecedora. Lo que está en nuestras manos es seguir reduciendo la huella de carbono pero sin dañar la economía y el nivel de vida de la población, especialmente cuando el problema no es existencial
Los datos han sido tomados de la Agencia Internacional De La Energía y de los trabajos de los expertos Scott Tinker (geólogo y experto en energía) y Bjorn Lomborg (científico, experto en medioambiente y presidente del Consensus Center de Copenhague)