En corto y por derecho

Benditas pantallas

Los ‘expertos’, esos nuevos idiotas, nos avisan que ‘estar mucho tiempo frente a una pantalla es malo para la salud’. Esas afirmaciones absolutas que implican causa-efecto son por definición estúpidas, pues establecer relaciones de causalidad forma parte de ese saber incognoscible junto a otros arcanos como qué es la consciencia. Podemos explorar pues los beneficios y perjuicios de estar frente a una pantalla, que podrán cambiar radicalmente en función de las circunstancias.

Muchas personas pasan toda su jornada laboral frente a ella, pero eso no significa que su salud se resienta. Para empezar ya hace tiempo que éstas tienen ajustes de luz y modos de lectura que evitan un daño ocular diferente del que pueda producirse por leer en otro medio. La antigua alternativa, máquinas de cálculo manuales, resmas de papel y llamadas telefónicas jugaban con la paciencia del burócrata que hoy puede ser mucho más eficiente. Quizás los expertos se refieran al uso recreativo, a su abuso, sobre todo por los niños, pero lo cierto que sus ventajas superan con creces a sus potenciales perjuicios que existen como con cualquier actividad humana mal enfocada.

Resulta ocioso resaltar la infinita cantidad de situaciones en que las pantallas nos solucionan los problemas del día a día, baste decir que gracias a ellas podemos leer, y escribir, en Diario de Madrid sin el engorroso papel de periódico o la máquina de escribir. Hoy es Viernes Santo y algunos hemos querido respetar esa tradición tan española de comer bacalao. Pero si queremos prepararlo sin tener que escrutar los libros de recetas de la marquesa de Parabere, podemos recurrir a un vídeo de Robin Food que nos instruirá de forma amena mientras lo cocinamos. Benditas pantallas.