Se suceden las buenas noticias económicas referentes a la Argentina. El plan de ajuste del gasto público, el saneamiento del banco central, el cese de la destructiva política peronista de monetizar el déficit público, la formidable desregulación, y la liberalización, han conseguido que la inflación alcance el 1,7% mensual en febrero 2025, ¡el dato más bajo en 5 años!.
Se estima que disminuirá desde el 118% de 2024 al 28% en 2025, y no olvidemos que la inflación heredada por Milei a finales de 2023 duplicaba la de 2024. Este es un enorme éxito del liberalismo pues no olvidemos que la inflación es el impuesto a los pobres, es una máquina de destruir riqueza y empobrecer a las clases populares y medias.
La actividad económica, inicialmente impactada por la reducción del gasto público, se ha recuperado con notable fuerza. Los ajustes de 2024 redujeron el PIB anual en un 1,8%, en línea con el 1,6% de 2023, último año del peronismo. A pesar de haber aplicado el mayor recorte regulatorio y del gasto público conocido en la historia de Occidente, la economía sólo se contrajo 2 décimas más que en 2023, lo cual es un notabilísimo éxito. El fruto de esta política es el fuerte crecimiento de la economía en 2025. Se estima una expansión del 4,7% en base anual para el primer trimestre, y del 7,1% para el primer semestre de 2025.
La buena evolución de la economía ha permitido al banco central acumular 25 millardos de reservas netas en USD, de las cuales 17 millardos se han destinado a cancelar deuda pública con el fin de restaurar la solvencia del país, lo que favorece que la inversión extranjera vuelva a fluir hacia la Argentina.
El riesgo país se ha desplomado un 70% de manera que la prima de riesgo ahora solo ronda el 6%, lo cual facilita obtener financiación tanto al sector privado como al público.
La tasa de pobreza heredada del peronismo era la friolera del 38%. En los primeros meses, tras los necesarios recortes, la pobreza subió al 52%, sin embargo, en febrero de 2025 la tasa se ha desplomado hasta el 36%, es decir, por debajo de los niveles heredados del gobierno socialista. Para finales de 2025, si la expansión económica se mantiene en las cercanías del 7%, la pobreza caerá de forma drástica. Esto es posible gracias al crecimiento económico combinado con la caída de la inflación, lo que posibilita que los salarios estén creciendo por encima del IPC desde hace 9 meses.
Como ejemplos de la recuperación de la actividad económica sólo mencionaré el crecimiento del 100% de las compras de vivienda, el alza del 65% en la venta de automóviles, o el fuerte incremento de la producción de hidrocarburos, pero hay muchos más ejemplos.
Hay que destacar por su importancia que la desregulación del alquiler ha disparado la oferta de vivienda y esto ha provocado un abaratamiento de cerca del 30% del coste del alquiler. Ya podrían los empecinados socialistas que desgobiernan España aprender de Milei cuál es la manera de abaratar el acceso a la vivienda, aunque por desgracia no lo harán porque su arrogancia se lo impide.
Nos encontramos por lo tanto con una Argentina que presenta estos logros en sólo 14 meses:
- inflación bajo control y a la baja
- superávit fiscal
- deuda pública bajo control y reduciéndose
- banco central en proceso de saneamiento y stock de reservas aumentando
- crecimiento de la masa monetaria bajo control
- fuerte caída de la prima de riesgo, lo que permite que tanto el sector privado como el público se puedan volver a financiar, interna y externamente
- incremento de la inversión privada, del consumo, y de la producción de hidrocarburos
- expansión económica al 7% anual
- incremento del poder adquisitivo de lo salarios sostenido desde hace 9 meses
- pobreza inferior a la de diciembre 2023, y seguirá cayendo en 2025
- gran mejora de la accesibilidad a la vivienda vía reducción de alquileres, ganancias de poder adquisitivo y acceso a la financiación para compra
Esta lista no es exhaustiva, pero ilustra bien el tremendo éxito del liberalismo en la Argentina. La ruina y la miseria que dejó en herencia el socialismo peronista en 2023 está siendo barrida por las potentes políticas liberales, como no podía ser de otra manera.
Milei está demostrando con rotundidad que es posible vivir y prosperar sin socialismo, dando al estado el papel secundario que debe tener, y apostando por la libertad económica, la competencia y el mercado, que es lo mismo que apostar por la gente, creer en ella y en su talento.
Esta es la única forma de asignar recursos adecuadamente y generar riqueza y empleo en abundancia. Esto solo es posible confiando en la gente y en su capacidad creadora e innovadora, en su iniciativa y capacidad de trabajo. Solo así se alcanza el potencial económico de un país y se extiende el bienestar a la gran mayoría de la población. Impuestos modestos aplicados a una gran base económica llenan las arcas del estado, lo que permite ayudar financieramente a los pocos que se quedan atrás.
La única pega que le pongo a Milei es la verborrea y la manía de las redes sociales. Es reciente el escándalo relativo a la promoción en las redes de una criptomoneda por parte de Milei, moneda que resultó ser un fraude. Engañaron al pibe porque, como dicen los franceses, no le da 7 vueltas a su lengua antes de hablar.
Veremos en qué acaba esta historia y esperemos que no dañe el exitosísimo proyecto regenerador de Milei para una Argentina que tanto ha sufrido durante tanto tiempo bajo la bota empobrecedora del socialismo peronista. Ojalá termine teniendo el éxito al que apuntan las cosas y el resto de Iberoamérica y de Europa se den cuenta de que podemos vivir mejor bajo la libertad que bajo el yugo del estado socialista.
¡Este si es un cohete que marcha hacia el infinito y más allá!.