El plan escapista del sanchismo y su red de impunidad.
Al frente de esta huida hacia adelante, camina con sonrisa malvada de Joker, José Luis Rodríguez Zapatero —el “bambi” qué abrió la puerta al sanchismo— dejando tras de sí la OTAN, la Unión Europea y, por si fuera poco, una deuda colosal colgada a espaldas del pueblo español. Todo con un único objetivo: garantizar que Pedro Sánchez y su banda de aforados no puedan ser juzgados por los desmanes cometidos durante su mandato.
Los BRICS se presentan como la alternativa estratégica de nuestro mago Houdini del poder, Pedro Sánchez, empeñado en joudirnos la vida y el país. Un personaje que encarna, al mismo tiempo, la locura de Montero, la promesa de Puigdemont, la ilusión de Conde-Pumpido, la esperanza de los separatistas, el blindaje de los filoterroristas, el optimismo de Ábalos, la libertad de Griñán y el manto de impunidad de toda una legión de corruptos.
El proceso de impunidad delictiva ya se ha puesto en marcha. Sánchez necesita acelerar su hoja de ruta porque el presidente del Tribunal Constitucional, Conde-Pumpido, empieza a temer las consecuencias. Él es, hoy por hoy, quien soporta sobre sus espaldas la defensa anti-jurídica de toda esta trama: un tablero delictivo donde figuran nombres tan significativos como la propia esposa del presidente, su hermano, Fernando Grande-Marlaska, Salvador Illa, María Jesús Montero, Víctor Torres, Francina Armengol, Óscar López, Puigdemont, Griñán... La lista es extensa, y todos esperan ser amnistiados, indultados o simplemente exonerados por la gracia de Pumpido, antes de que el dedo de la justicia europea le señale.
En Bruselas ya han empezado a ver claro el truco del mago. La maniobra escapista no engaña a nadie. Ni siquiera la cobertura de Teresa Ribera, colocada estratégicamente como escudera de Ursula von der Leyen, podrá evitar que las instituciones judiciales europeas comiencen a bloquear las maniobras legales orquestadas desde el Constitucional español.
En paralelo, Sánchez hace giras internacionales que nada tienen de diplomáticas y todo de estratégicas: Brasil, Sudáfrica, India, Vietnam, China...y los que quedan, como por ejemplo Rusia. Todos ellos países BRICS. ¿Por qué? Porque sabe que cuando la Unión Europea llame al orden, él deberá tener pactada la salida geopolítica de España. Su coartada ya está lista: acusar a Europa de injerencia en los asuntos internos de España. Esa será su bandera, y su excusa escapista para echarse en los brazos de los BRICS, y no pagar la deuda nacional; librar a todos los suyos de la acusación penal; aprisionar a la derecha hasta doblegarla o encausarles; dividir España en republicas, y finalmente, liquidar la monarquía cuando llegue el momento.
A todo esto se suma el desdén con que responde a las manifestaciones contra su gobierno, despreciándolas con cifras irreales y replicando a ellas acusando por cualquier cosa que se les ocurra con tal de distraer la atención de los suyos. Pero lo que verdaderamente les duele, es la denuncia internacional, especialmente ante la Unión Europea. Abandonar el Congreso, visibilizar el rechazo institucional y exigir un verdadero Estado de Derecho: eso sí que hace daño al régimen, pero que a Feijoo le chirría en su corta visualización de la realidad que ven Ayuso y Cayetana entre otr@s.
Muy pronto, mandatarios europeos comenzarán a cuestionar la legitimidad democrática del gobierno de Pedro Sánchez, y será entonces cuando el "Houdini de la Moncloa" pase al siguiente acto de su espectáculo: vendernos que la UE conspira contra nuestra soberanía, que se entromete en la Corona y que hay que "defender la democracia" instaurando una confederación de repúblicas ficticias que sirva de cortina de humo.
Eso sí: que nadie espere elecciones en 2027. Para entonces, el sanchismo ya habrá generado un escenario de caos controlado o una coartada social —como una crisis migratoria, un estallido territorial o un pacto de emergencia— que impida acudir a las urnas. Y si se vota, será con cientos de miles de nuevos inmigrantes legalizados y una maquinaria de manipulación electoral ya engrasada. La suma perfecta para garantizar que comunistas, separatistas, filoterroristas y oportunistas de todo pelaje perpetúen el régimen: siendo ellos la gran banda de vagos y maleantes que hoy gobierna España y sostienen a éste personaje del pelaje de cualquier narcisista opresor.