El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado la prórroga de los contratos de conservación del firme que se vienen prestando desde 2022, lo que permitirá invertir 40,3 millones de euros durante los dos próximos años en el mantenimiento de la red autonómica de carreteras, que supera los 2.500 kilómetros de longitud.
Estas actuaciones se consideran clave para la seguridad vial, ya que el desgaste del pavimento se ve incrementado por el tráfico intenso y, especialmente, por la circulación de vehículos pesados, que representan de media más del 8% del total del tránsito en la región.
Ocho áreas territoriales para una gestión más eficaz
Dada la dimensión de la red viaria madrileña, la Dirección General de Carreteras estructura los trabajos de conservación en ocho zonas territoriales: noroeste, norte, nordeste, este, sureste, sur, oeste central y oeste. Este modelo permite optimizar recursos y priorizar las intervenciones allí donde se detecta un mayor deterioro del firme.
Según los últimos datos oficiales, la intensidad media diaria en las carreteras madrileñas se sitúa en torno a los 9.000 vehículos al día, aunque existen tramos especialmente congestionados, como la M-45, que superan los 125.000 vehículos diarios.
Una inversión estratégica dentro del plan de modernización
La conservación de las carreteras se integra en el plan regional de modernización y refuerzo de la red, al que la Comunidad de Madrid destinará 234,5 millones de euros en 2026, tal y como recoge la Ley de Presupuestos Generales.
Con esta inversión, el Ejecutivo autonómico busca garantizar unas infraestructuras en condiciones óptimas, mejorar la seguridad de los conductores y alargar la vida útil de las vías, evitando deterioros mayores que encarezcan futuras reparaciones.
