Rusia lanzó este domingo su ataque aéreo más masivo desde el inicio de la invasión en 2022, alcanzando por primera vez el edificio del Gabinete de Ministros de Ucrania en el centro de Kyiv. El bombardeo, que incluyó más de 800 drones y 13 misiles, provocó la muerte de al menos cuatro personas, entre ellas un bebé de pocos meses y su madre, además de decenas de heridos.
La primera ministra ucraniana, Yulia Svyrydenko, confirmó que el techo y las plantas superiores del edificio gubernamental resultaron dañados, y que los equipos de emergencia lograron controlar un incendio en la zona. “Los edificios se reconstruyen, pero las vidas perdidas no regresan. Rusia asesina deliberadamente a nuestra población cada día”, afirmó en un mensaje en Telegram, en el que reclamó más sanciones y armamento occidental.
Un ataque sin precedentes
Según la Fuerza Aérea de Ucrania, se trata de la mayor ofensiva registrada: 805 drones kamikaze y 13 misiles fueron lanzados durante la noche. Aunque la defensa antiaérea logró derribar 751 drones y cuatro misiles, los proyectiles restantes impactaron en 37 puntos del país, incluidos bloques de viviendas, guarderías y fábricas.
En Kyiv, además del edificio gubernamental, varios inmuebles residenciales quedaron parcialmente destruidos. En el distrito de Svyatoshynskyi, un bloque de nueve pisos sufrió un impacto directo que costó la vida a una mujer de 32 años y a su bebé. El alcalde de la capital, Vitali Klitschko, informó de al menos 18 heridos, entre ellos una mujer embarazada, y de incendios en distintos barrios.
Las sirenas antiaéreas sonaron también en Odesa, Zaporiyia, Dnipro y Krivói Rog, ciudad natal del presidente Volodímir Zelenski, donde varias infraestructuras resultaron dañadas.
Respuesta y advertencias
Zelenski acusó a Rusia de “crímenes deliberados” y pidió acelerar la entrega de sistemas de defensa aérea. “El mundo puede obligar a los criminales del Kremlin a dejar de matar, solo se necesita voluntad política”, declaró.
El ataque llega en un momento de tensión internacional, con el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtiendo de que cualquier despliegue extranjero en Ucrania sería considerado un “objetivo legítimo”. Mientras tanto, Moscú afirmó haber derribado 69 drones ucranianos en su territorio, entre ellos uno que dañó un oleoducto estratégico en Bryansk.
Un golpe simbólico
El edificio del Gabinete de Ministros, construido en la era soviética y situado a escasos metros de la Plaza de la Independencia (Maidán), nunca había sido alcanzado en tres años de guerra. Su impacto supone una escalada simbólica en los ataques rusos, hasta ahora centrados en objetivos militares, energéticos y residenciales.
La primera ministra Svyrydenko insistió en que el ataque demuestra la necesidad de un endurecimiento de las sanciones contra el petróleo y el gas rusos, y advirtió: “Sin una respuesta contundente, Moscú seguirá aterrorizando a nuestra población”.
Línea de tiempo: los mayores ataques rusos en Ucrania desde 2022
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Febrero 2022 – Inicio de la invasión a gran escala. Bombardeos sobre Kiev, Járkov y Mariúpol en los primeros días de ofensiva.
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Octubre 2022 – Ola de ataques contra infraestructuras energéticas tras la explosión en el puente de Crimea. Millones de ucranianos quedaron sin electricidad.
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Mayo 2023 – Rusia lanza una serie de ataques nocturnos sobre Kiev con drones Shahed de fabricación iraní. Fue una de las ofensivas más intensas hasta la fecha.
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Diciembre 2023 – Bombardeo masivo con más de 120 misiles sobre distintas ciudades, en plena Navidad, considerado hasta entonces el mayor ataque aéreo de la guerra.
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Julio 2025 – Rusia dispara más de 740 drones en una sola noche, batiendo el récord previo de uso de vehículos no tripulados.
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Septiembre 2025 – Más de 800 drones y 13 misiles golpean Ucrania. Por primera vez, resulta dañado el edificio del Gabinete de Ministros en Kiev, con al menos cuatro muertos, incluido un bebé.