En una entrevista exclusiva para El Diario de Madrid, Antonio Alfaro, presidente de Junta Democrática de España, explica los objetivos y retos de una organización que desde 2020 trabaja por instaurar una democracia donde los ciudadanos tengan el control real del poder político.
Con más de 20.000 asociados y 50.000 simpatizantes, JDE se posiciona como un movimiento apartidista que aboga por la unión de la sociedad civil para transformar el sistema político español. Este domingo, organizan manifestaciones simultáneas en Madrid y Valencia para visibilizar la necesidad de cambios profundos en el modelo actual, al que califican de "Estado fallido".
¿Cómo definiríais el propósito principal de Junta Democrática de España (JDE)?
El principal objetivo de la Junta es unir a los españoles para que todos juntos cambiemos la partidocracia que tenemos en España por una democracia en la que los ciudadanos tengamos poder real y podamos poner límites y control a los políticos.
Desde su fundación en 2020, ¿cómo ha evolucionado la organización y qué hitos destacáis en su trayectoria?
La asociación está aún en su infancia. Estamos dentro del primer mandato de la directiva y el principal hito en esta fase era consolidar a la Junta como un acto relevante en el panorama político en España. Conseguir que se hable más de este régimen como una partidocracia y que hoy en día tengamos casi 20.000 asociados y más de 50.000 simpatizantes es la principal confirmación de que la Junta hoy es una realidad consolidada. A partir de ahora tenemos que ampliar nuestro alcance para poder poner en marcha acciones más ambiciosas.
¿Qué significa para vosotros "democracia formal" y cómo creéis que puede implementarse en España?
Para nosotros, la "democracia formal" significa tener un sistema político que asegure, de verdad y no solo en apariencia, que los ciudadanos son quienes tienen el poder de elegir y controlar a sus gobernantes. Eso se traduce en que el sistema político respete una serie de reglas básicas que podemos resumir en dos pilares fundamentales:
- Representación política: Necesitamos es elegir directamente a nuestros representantes y que los diputados respondan exclusivamente a los intereses de sus votantes y no a la disciplina de partido. Un diputado debería ser como un abogado que defiende a sus clientes: tú eliges, tú mandas, y si no te representa bien, ¡puedes revocarlo!
- Separación de poderes: Es imprescindible que el poder legislativo y el ejecutivo sean elegidos por los ciudadanos en procesos distintos, y que el poder judicial sea completamente independiente de legislativo y ejecutivo.
Implementar esto requiere sustituir la actual constitución por un nuevo texto. Somos conscientes de que esto ha generado rechazo en muchos ciudadanos, pero cada día es más evidente que los problemas políticos que sufrimos no se pueden resolver con un cambio de caras o de siglas. Son problemas sistémicos que solo se pueden solventar con un cambio de sistema. Cada día más españoles reconocen abiertamente que la actual constitución ha fallado y que es necesario que nos unamos para redactar una nueva que nos saque de esta situación. Para llegar ahí, hace falta que la sociedad civil esté unida y organizada. Eso es lo que pretendemos hacer en la Junta.
¿Cómo trabajáis para mantener la independencia de JDE frente a influencias políticas y económicas?
El que paga manda. Nosotros no aceptamos subvenciones del Estado ni financiación de ningún grupo político. La asociación vive de las donaciones que los asociados o simpatizantes quieren aportar voluntariamente.
A nivel de ideario, los estatutos y el manifiesto fundacional de la asociación delimitan el escenario en el que la asociación puede actuar. Eso evita que caigamos en la trampa de las ideologías.
Este domingo tenéis concentraciones en Madrid y Valencia, ¿qué objetivos específicos perseguís con la convocatoria simultánea?
Visibilizar que todo el Estado ha fallado a los valencianos y al resto de españoles. No se trata de acusar a la Generalitat o a la administración central. No podemos reducir lo que ha pasado en Valencia a que Mazón sea un incompetente, o Sánchez un traidor. Ambos han fallado a los españoles por priorizar sus intereses partidistas y personales. Ha fallado todo el Estado y con las manifestaciones del domingo en Madrid y Valencia queremos visibilizar que ante un Estado fallido necesitamos que el pueblo se una y exija cambios profundos.
¿Cuál es el mensaje central que queréis transmitir a la ciudadanía con esta acción?
Cuando los españoles se organizaron para dar apoyo a las víctimas de la DANA no se preguntaban si la víctima era de derechas o de izquierda. O si la persona que sacaba barro de un garaje conmigo votaba a VOX o a SUMAR. Era otro ciudadano como yo y la prioridad en ese momento era ayudarnos.
Esas personas tienen que entender que tenemos que mantener ese mismo espíritu de unión si queremos lograr los cambios profundos en el sistema político que España necesita.
¿Qué papel creéis que juegan este tipo de movilizaciones en la despolitización de temas sensibles, como la gestión de catástrofes?
El factor político es esencial en la gestión de estas catástrofes. No podemos dejarlo fuera del análisis. Lo que tenemos que hacer es sacar las ideologías para que esto no se convierta en un “y tú más” o en una lluvia de ataques cruzados que en último término solo buscan polarizar la discusión y dividir a la sociedad.
Podemos decir que hay movilizaciones de dos tipos.
Las partidistas, que ponen todo el foco en culpar al enemigo político para obtener rédito electoral. De éstas ya hemos visto varias, tanto en Madrid como en Valencia. Detrás están los partidos políticos, que quieren que España vuelva al debate entre izquierda y derecha para evitar que la gente mire un poco más arriba.
El segundo tipo es una movilización apartidista, donde el interés legítimo de los ciudadanos predomine por encima de las ideologías. Este tipo de movilizaciones no abundan y es precisamente por eso que son tan necesarias. Esa es la movilización que nosotros estamos convocando desde la Junta para el próximo domingo 24 para fomentar la unión de españoles y evitar caer en los típicos debates estériles a los que nos quieren llevar los partidos.
¿Qué actividades o intervenciones están previstas durante las manifestaciones? ¿Habrá algún invitado o ponente especial?
En este caso queremos dar todo el protagonismo al pueblo y a las víctimas. No habrá ponentes especiales. Incluso los miembros de la Junta estaremos en un segundo plano. Queremos fomentar la unión y que la Junta sea un instrumento facilitador para que suceda.
Se leerán unos testimonios de asociados valencianos que han sido víctimas de la DANA y que han colaborado en las tareas de recuperación y finalizaremos con un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas.
¿Cómo habéis organizado la participación de vuestros asociados y simpatizantes en ambas ciudades?
La asociación deja libertad a los asociados para que se unan a la manifestación que deseen. Se da la casualidad de que ese mismo fin de semana tenemos nuestra asamblea general anual el sábado en Madrid y eso seguramente hará que muchos de los que asistan a ella se quedarán en Madrid el domingo, pero estoy convencido de que muchos asociados se desplazarán también a Valencia para transmitir su apoyo a los valencianos en persona.
Para vosotros el pueblo no es enemigo del pueblo, sino el poder político. ¿Cómo buscáis fomentar la unidad ciudadana frente a la división política actual?
Todos hemos sido testigos de que esa unión ciudadana ha surgido de manera espontánea cuando ha sido necesario. Eso ha ocurrido porque los ciudadanos han entendido que se enfrentaban a un problema trascendental que iba más allá de sus posibles diferencias ideológicas.
Solo tenemos que conseguir que los españoles tengan presente ese sentimiento cuando piensen en sus intereses políticos. Si somos capaces de conseguir esto, ya no habrá nada ni nadie que pueda parar el cambio político en España.
¿Qué respuesta esperáis obtener del público y de los medios de comunicación tras esta manifestación?
De los medios de comunicación espero muy poco. Salvo algunas excepciones, ya han demostrado que se deben a unos determinados intereses políticos y el mensaje de que estamos ante un Estado fallido les da mucho miedo. Los medios están muy cómodos en un contexto de confrontación ideológica.
Por parte del público, espero que entiendan que el trabajo no ha acabado después de haberse unido para limpiar Valencia. Ahora debemos seguir unidos para sacar el fango de las instituciones.
¿Qué opináis de la cobertura mediática que suelen recibir las iniciativas ciudadanas independientes como la vuestra?
No son mensajes que interesen a los grandes medios de comunicación, que se deben al poder político. Todo el esfuerzo de comunicación que estamos haciendo está enfocado en que sean los propios asociados y seguidores quienes difundan el mensaje y la convocatoria de la manifestación. En estos días se ha popularizado aquello de que “el pueblo salva al pueblo”, y creo que también podemos decir que el pueblo informa al pueblo.
Próximamente tendréis la asamblea general prevista para noviembre de 2024, ¿qué temas se tratarán?
Junto al análisis del estado de la asociación, las financias y otras cuestiones operativas, el punto que probablemente sea más relevante de la asamblea será desarrollar las líneas maestras del plan de acción para 2025. Estamos en un momento crítico tanto para la política española como mundial y desde la asociación tenemos que tener claro cómo posicionarnos en este difícil contexto.
Tenéis planteado elaborar estudios sobre el coste de la corrupción política para la ciudadanía. ¿Qué enfoque vais a darle y cuándo se espera su publicación?
Efectivamente, estamos trabajando en un estudio que nos permita medir cuánto nos cuesta a los españoles la corrupción. Lo más importante de este estudio es que vamos a tratar de explicar que existen distintos tipos de corrupción. La más popular, que es la que en ocasiones termina en los tribunales representa solo la punta de iceberg. El grueso de la corrupción es de tipo moral, parece menos grave, pero es la que más nos cuesta a los españoles. Cada vez que un político decide construir un aeropuerto, un centro de convenciones o una autopista radial donde no es necesario, se está cometiendo un acto de corrupción que nos cuesta mucho a los españoles.
Ya tenemos los primeros resultados preliminares y las cifras dan miedo. Espero que podamos publicar algo durante la primavera de 2025.
De cara a unas posibles elecciones de 2025, ¿tenéis pensado promover alguna campaña o iniciativa concreta?
Siempre que hay unas votaciones la asociación pone en marcha la campaña de desobediencia civil “Yo no voto” y damos apoyo a los asociados que son convocados a las mesas electorales para que puedan renunciar a participar en ellas. El Estado no puede obligar a que participes en algo que es contrario a los principios morales de un individuo. Además, es bien sabido que la abstención, cuando es masiva, genera un efecto deslegitimador del régimen político y por eso la temen tanto en cualquier partido político.
¿Qué impacto esperáis generar a corto y largo plazo con estas acciones?
A corto plazo esperamos conseguir mantener e incrementar esa unión de españoles que surgió como reacción a la catástrofe de la DANA. Si conseguimos que esa unión sea estable y se canalice contra el verdadero rival, entonces podremos plantearnos acciones más ambiciosas a largo plazo.
¿Qué mensaje os gustaría transmitir a quienes aún no conocen Junta Democrática de España?
Nuestro mensaje es claro: el futuro de España depende también de ti.
Necesitamos que cada uno asuma su pequeña cuota de responsabilidad y tenga el valor de liberarse del corsé de las ideologías que hoy nos separan y debilitan como sociedad.
En la Junta Democrática de España, hay espacio para todos. No importa cuál sea tu ideología, porque aquí entendemos que esas diferencias deben quedar en un segundo plano mientras luchamos juntos por algo más grande: conquistar el poder político para el pueblo.
Mientras el poder siga concentrado en manos de unos pocos políticos y los ciudadanos estemos distraídos en enfrentamientos partidistas, estamos a su merced. La Junta es una asociación civil que no se debe ni a partidos ni a intereses económicos. Trabajamos con un solo objetivo: proteger los intereses de todos los ciudadanos, por encima de cualquier ideología.
A esa gente les diría que si quieren ser protagonistas del cambio político que España necesita, la Junta es el sitio donde deben estar.
¿Cómo pueden los ciudadanos interesados colaborar o unirse a vuestra organización?
En la web de la asociación (www.juntademocratica.com) encontrarán un sencillo formulario de inscripción como asociados y además pueden realizar donaciones, que son voluntarias. Si además quieren colaborar activamente en alguno de los grupos de trabajo que tenemos en marcha pueden ponerse en contacto con nosotros a través de nuestras redes sociales o del email de contacto de la asociación.