El 47% de los trabajadores autónomos en España considera que el alquiler de su local es el mayor gasto profesional que deben afrontar cada mes, según revela la segunda encuesta del Observatorio del Trabajo Autónomo, elaborada por la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae).
El informe pone de manifiesto un escenario preocupante, en el que el acceso a un espacio de trabajo se ha convertido en una carga económica desproporcionada, especialmente en las zonas urbanas y turísticas donde los precios se encuentran tensionados.
Uatae alerta de un modelo económico “injusto”
La secretaria general de Uatae, María José Landaburu, señaló que este dato refleja “un modelo económico que castiga a quien trabaja y premia a quien especula”. En su opinión, es imprescindible proteger al pequeño comercio y al autónomo, ya que de lo contrario se corre el riesgo de expulsarlos del mercado.
“El encarecimiento de los locales está directamente relacionado con procesos de gentrificación, turistificación y especulación inmobiliaria”, advirtió Landaburu. Según explicó, esta dinámica está desplazando a los autónomos, vaciando los barrios de servicios cotidianos y dificultando tanto el relevo generacional como la continuidad del comercio de proximidad.
Medidas reclamadas
Ante esta situación, Uatae ha exigido al Gobierno y a las administraciones locales la puesta en marcha de medidas estructurales que frenen esta tendencia. Entre ellas, destacan:
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La creación de un índice de referencia de precios de alquiler comercial en las zonas más tensionadas.
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El apoyo institucional a la renegociación de contratos de alquiler para los autónomos.
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La recuperación de espacios públicos en desuso para su cesión temporal a emprendedores.
Impacto en el comercio de proximidad
Según Uatae, el peso creciente del alquiler compromete seriamente la viabilidad de pequeños negocios que son esenciales para la vida de los barrios y que cumplen una función social más allá de la económica. Sin medidas de apoyo, la asociación teme un declive del comercio de proximidad y un mayor dominio de grandes cadenas y operadores en las principales ciudades.
El Observatorio advierte de que, si no se actúa, la presión inmobiliaria seguirá generando un círculo vicioso de exclusión para los autónomos, poniendo en riesgo miles de empleos y debilitando el tejido productivo local.