España volvió a liderar en junio la tasa de paro de la Unión Europea con un 10,4%, según los últimos datos publicados por Eurostat.
A pesar de que el desempleo se redujo en dos décimas respecto al mes anterior y cayó 1,1 puntos frente al dato de junio de 2024, el país se mantiene a la cabeza del desempleo europeo, con una diferencia de 4,5 puntos porcentuales sobre la media comunitaria (5,9%) y de 4,2 puntos sobre la zona euro (6,2%).
Los datos de la oficina estadística comunitaria confirman una mejora paulatina en el mercado laboral español, pero también evidencian el persistente desfase con el resto de socios europeos. En contraste, países como Malta (2,5%) y República Checa (2,6%) registran tasas de paro prácticamente de pleno empleo.
Un desempleo estructural que no remite
España ha logrado una cierta contención del desempleo en los últimos meses, con descensos moderados tanto en la tasa general como en la juvenil. Sin embargo, los niveles actuales siguen reflejando un problema estructural que se resiste a desaparecer. La temporalidad, el desempleo de larga duración y la escasa inserción laboral de algunos colectivos continúan lastrando la recuperación del mercado de trabajo nacional.
En total, Eurostat calcula que 12,967 millones de personas estaban desempleadas en la Unión Europea en junio, de los cuales 10,7 millones correspondían a la eurozona.
Preocupación por el paro juvenil
El desempleo juvenil sigue siendo otra de las asignaturas pendientes en España. En junio, la tasa de paro entre los menores de 25 años fue del 24%, sólo superada por Estonia, que registró un 25,4%. No obstante, la cifra representa una bajada de ocho décimas respecto al mes anterior y una mejora significativa de 2,8 puntos en comparación con junio del año pasado.
En el conjunto de la UE, el paro juvenil se situó en el 14,7%, mientras que en la eurozona fue ligeramente inferior, con un 14,1%.
España, a la cola pese a la recuperación
Aunque la tendencia a la baja del desempleo en España es una señal positiva, el país aún presenta una de las mayores brechas de empleo respecto al promedio europeo. Finlandia (9,3%) y Suecia (8,7%) fueron, junto con España, los únicos países que superaron el umbral del 8% en tasa de paro general en junio.
Mientras, otros Estados miembros como Alemania (3,2%), Países Bajos (3,6%) o Irlanda (4,1%) siguen marcando el camino de la estabilidad laboral en la UE.
Necesidad de reformas estructurales
Los datos de Eurostat vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de abordar reformas estructurales para reducir el desempleo de forma sostenida. La mejora en la creación de empleo debe ir acompañada de políticas activas que promuevan la estabilidad laboral, la formación continua y el acceso de los jóvenes y los colectivos vulnerables al mercado de trabajo.