El sistema de protección por desempleo en España ha alcanzado un nuevo hito histórico. En el primer trimestre de 2025, el Estado ha destinado más de 6.480 millones de euros al pago de prestaciones por paro, según los últimos datos oficiales publicados. Esta cifra marca un récord en gasto acumulado para un inicio de año, solo superado puntualmente durante el periodo más crítico de la pandemia.
La cuantía media de la prestación contributiva también se dispara, alcanzando en marzo los 1.005 euros mensuales por beneficiario. Es la primera vez que este umbral se supera desde que existen registros, reflejando un incremento sostenido en los últimos años. Lejos de traducirse en una mejora estructural del sistema, los expertos advierten que esta tendencia refleja una realidad preocupante: un mercado laboral que no despega con la fuerza suficiente.
Un sistema de protección tensionado por la falta de dinamismo laboral
El incremento en el gasto no se debe a un aumento repentino del número de beneficiarios —que se mantiene relativamente estable en torno a los 1,8 millones—, sino al encarecimiento de las prestaciones medias y a la prolongación de los periodos de cobertura.
“El aumento de la cuantía media puede parecer positivo a simple vista, pero lo cierto es que responde más a la debilidad estructural del empleo y al elevado peso de los contratos temporales de alta rotación que a una consolidación del mercado laboral”, explican fuentes consultadas por El Diario de Madrid.
Sostenibilidad a medio plazo, en entredicho
Economistas y sindicatos coinciden en que la situación pone presión sobre el sistema de protección. A pesar de las reformas recientes y de los fondos europeos orientados al empleo juvenil y la digitalización, la recuperación del mercado laboral no avanza al ritmo esperado.
Además, la evolución de la productividad y la ralentización del crecimiento económico hacen prever que el gasto por prestaciones podría mantenerse elevado a lo largo del año, complicando los objetivos fiscales del Gobierno y reabriendo el debate sobre la sostenibilidad del modelo.
¿Qué pasará con el empleo en España?
El aumento del gasto en prestaciones coincide con una desaceleración del ritmo de creación de empleo en varios sectores clave, como la industria manufacturera y el comercio minorista, así como con una persistente precariedad entre los más jóvenes y los mayores de 55 años.
Las cifras apuntan a una dualidad persistente en el mercado laboral: mientras una parte de la población disfruta de empleos estables y salarios en ascenso, otra queda atrapada en ciclos de contratos temporales y desempleo intermitente.