Récord de endeudamiento en 2025
Según los datos más recientes del Tesoro Público, la deuda del Estado en circulación se ha disparado en 62.800 millones de euros entre enero y abril de 2025. Este incremento se traduce en una media mensual de 15.700 millones, un nivel que no se veía desde la crisis de la pandemia y que supera con creces el ritmo registrado en años anteriores.
¿Por qué tanto endeudamiento?
Varios factores explican esta escalada:
- Financiación de gasto estructural: El aumento de partidas en pensiones, sanidad y transferencias sociales ha forzado a recurrir a la deuda.
- Déficit público persistente: La diferencia entre ingresos y gastos corrientes del Estado se mantiene en niveles elevados, obligando a emitir más bonos y letras.
- Coste de la financiación: Aunque los tipos de interés siguen subiendo, el Tesoro aprovecha ventanas favorables en mercados internacionales para captar recursos a plazos largos.
Impacto en ciudadanos y mercados
El alarmante ritmo de endeudamiento tiene varias implicaciones:
- Presión fiscal futura: A mayor deuda, más recursos públicos deberán destinarse al pago de intereses, lo que podría traducirse en subidas de impuestos o recortes de servicios.
- Coste de la financiación: Con tipos de interés al alza, cada nueva emisión se encarece, elevando la factura de intereses del Estado.
- Confianza inversora: Aunque España mantiene calificaciones de riesgo estables, una deuda creciente genera incertidumbre en los mercados y podría tensionar la prima de riesgo.
¿Quién pagará la cuenta?
El Tesoro Público depende hoy en gran medida de la colocación de deuda a largo plazo y del apoyo del Banco Central Europeo. Pero a medio y largo plazo, la factura la asumirán:
- Contribuyentes a través de mayores cargas fiscales.
- Nuevas generaciones, que heredarán un Estado más endeudado.
- Inversores institucionales, que podrían exigir mayores rentabilidades para compensar el riesgo.
Atención a la tendencia
Este ritmo de 15.700 millones de euros al mes sitúa a España en una encrucijada: mantener los niveles de gasto actuales a costa de más deuda, o dar un giro hacia la austeridad fiscal. La evolución de los próximos meses será clave para conocer si el Gobierno opta por moderar el endeudamiento o sigue financiando gasto estructural con emisiones de deuda.