Economía

El Banco de España advierte del impacto negativo de la guerra arancelaria en el crecimiento económico

José Luis Escrivá subraya la incertidumbre global generada por las tensiones comerciales lideradas por Estados Unidos y alerta sobre sus efectos imprevisibles en la inflación y la economía de la eurozona.

Sede del Banco de España desde la plaza de Cibeles - Foto del Banco de España
photo_camera Sede del Banco de España desde la plaza de Cibeles - Foto del Banco de España

El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha expresado su preocupación por el aumento de la incertidumbre global a raíz de las tensiones arancelarias impulsadas por Estados Unidos, que podrían acabar afectando de forma negativa al crecimiento económico tanto a nivel mundial como en la eurozona. La advertencia llega en un contexto marcado por nuevas decisiones de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que ha reducido los tipos de interés por tercera vez en lo que va de año.

Riesgo global para la economía europea

Durante su comparecencia tras la última reunión del BCE, Escrivá subrayó que la elevada incertidumbre derivada del nuevo proteccionismo comercial impulsado por la Casa Blanca representa un riesgo real para la estabilidad económica. “Todavía es difícil estimar la magnitud del impacto, pero es probable que acabe afectando de forma adversa al crecimiento”, señaló el gobernador del supervisor bancario.

Estas declaraciones llegan apenas unos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la intención de aplicar nuevos aranceles a productos europeos y asiáticos, lo que ha reavivado los temores a una escalada en la guerra comercial a nivel internacional.

El BCE baja los tipos de interés al 2,25%

En paralelo a esta advertencia, el BCE ha optado por una nueva bajada de los tipos de interés, que se sitúan ya en el 2,25%, como medida de respuesta a la moderación de la inflación en la eurozona. Escrivá explicó que esta decisión ha tenido en cuenta especialmente la evolución de los precios en el sector servicios, tradicionalmente más resistentes al descenso.

La inflación en la zona euro se situó en marzo en el 2,2%, una cifra muy cercana al objetivo del 2% marcado por el BCE a medio plazo. En el caso de España, los datos son idénticos, reflejando una contención tras varios meses con niveles por encima de la media europea.

Inflación, tipos y aranceles: una combinación incierta

El gobernador del Banco de España alertó sobre los efectos ambiguos que pueden tener las nuevas políticas comerciales. Por un lado, los aranceles podrían provocar una subida de precios si generan disrupciones en las cadenas globales de suministro y encarecen los procesos productivos. Este riesgo se acentuaría si otros países reaccionan aplicando medidas similares.

Por otro lado, existen factores que podrían moderar la inflación, como una eventual ralentización económica mundial, la apreciación del euro (que abarata importaciones), o la caída de precios en materias primas clave como el petróleo.

“En este momento es complicado saber cuál de estos efectos contrapuestos predominará”, reconoció Escrivá, quien apeló a la prudencia y a la capacidad de adaptación de las instituciones monetarias.

Preparados para actuar si es necesario

Pese al contexto de incertidumbre, el Banco de España y el BCE mantienen la disposición de ajustar sus herramientas monetarias si fuera necesario para garantizar que la inflación se estabilice en el objetivo marcado y para asegurar la eficacia de la política monetaria en toda la eurozona.

El mensaje de Escrivá combina una llamada a la cautela con un compromiso de vigilancia activa, en un momento donde las tensiones geopolíticas y comerciales condicionan cada vez más la evolución macroeconómica. El papel de los bancos centrales, en este escenario, será crucial para mantener la estabilidad financiera y sostener el crecimiento en un entorno marcado por la volatilidad y las decisiones unilaterales en política comercial por parte de las grandes potencias.