Turismo sostenible

Madrid apuesta por el turismo sostenible con nuevas rutas de autobuses turísticos

El Ayuntamiento reduce las rutas de diez a tres, exigirá vehículos menos contaminantes y refuerza el control de frecuencias para evitar colapsos en el tráfico urbano.

Autobuses de la EMT Madrid - Foto de EMT
photo_camera Autobuses de la EMT Madrid - Foto de EMT

Madrid redefine su modelo de autobuses turísticos. El Ayuntamiento ha publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) la convocatoria que regula el nuevo servicio, que pasará de diez rutas gestionadas por cuatro empresas, a solo tres itinerarios operados por tres compañías, con el objetivo de equilibrar la afluencia turística con la movilidad cotidiana de la ciudad.

La medida forma parte de la Estrategia de Movilidad Turística que el Consistorio está desplegando para adaptar los servicios turísticos a una ciudad con más de 11 millones de visitantes anuales (datos de Turespaña 2024) y un tráfico urbano cada vez más exigente.

“Queremos que el turismo siga siendo un motor económico, pero sin generar problemas de movilidad para los madrileños. El objetivo es la convivencia”, ha explicado Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad.

Menos rutas, menos congestión

El cambio llega tras un exhaustivo estudio de impacto realizado en 2024, que reveló que en calles como Gran Vía, Atocha o Recoletos circulaba un autobús turístico cada 7,5 a 10 minutos, lo que generaba saturación en carriles bus y obligaba a los autobuses de la EMT a realizar paradas fuera de sus espacios, afectando la puntualidad y seguridad del servicio público.

En puntos como la Gran Vía, los autobuses turísticos llegaron a ocupar hasta el 20% del tiempo útil de los carriles bus en horas punta, una cifra que el Ayuntamiento considera insostenible.

Para solucionarlo, el nuevo modelo limita a tres rutas únicas, que no podrán coincidir en sentido y tramo en las vías más sensibles. Además, la frecuencia mínima será de 15 minutos entre autobuses de una misma empresa, con intervalos máximos de una hora.

Tres nuevas rutas para redescubrir Madrid

Las tres rutas que se implantarán son:

  • Ruta 1 – Madrid Histórico (14 km): Recorre enclaves como el Paseo del Prado, Gran Vía, Moncloa, Templo de Debod, Palacio Real o Puerta de Toledo, en un trayecto de unos 85 minutos.
  • Ruta 2 – Madrid Moderno: Castellana-Santiago Bernabéu (11 km): Con paradas en Cibeles, Colón, Museo de Ciencias Naturales o el estadio Santiago Bernabéu. Duración media: 70 minutos.
  • Ruta 3 – Madrid Actual: Alcalá-Plaza de Toros (12 km): Incluye zonas como Goya, Malasaña, Callao o la Plaza de Toros de Las Ventas. Tiempo estimado: 75 minutos.

Además, habrá una ruta especial de Navidad, de 7,8 km, que recorrerá el centro iluminado sin paradas, entre el 23 de noviembre y el 7 de enero.

Más sostenibles y accesibles

La nueva normativa exige que los autobuses sean 100% accesibles y cuenten con clasificación ambiental CERO emisiones o ECO. Al menos un 25% de la flota deberá ser eléctrica en el primer año de servicio y, en ningún caso, se podrán utilizar vehículos con más de 16 años de antigüedad.

Además, estarán equipados con audioguías en diez idiomas, megafonía, sistemas de ticketing digital y personal de guía distinto del conductor, para profesionalizar el servicio.

Ingreso para el Ayuntamiento y condiciones del servicio

Cada una de las tres empresas autorizadas abonará al Ayuntamiento un canon anual de 250.000 euros, durante un período de cuatro años. Para optar al servicio, deberán demostrar solvencia con un volumen de negocio anual de al menos un millón de euros y experiencia previa en ciudades de más de 500.000 habitantes.

Las tarifas deberán ser sensiblemente superiores a las del transporte público, como recoge la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres, para evitar competencia desleal con el servicio municipal.

Turismo sí, pero ordenado

El Ayuntamiento subraya que la reorganización no busca frenar el turismo, sino hacerlo compatible con la vida diaria de los madrileños. El turismo urbano aporta más de 9.000 millones de euros anuales a la economía madrileña, según el Instituto Nacional de Estadística, pero su impacto en la movilidad es uno de los retos más complejos que afronta la capital.

Con la reducción de rutas y la exigencia de flotas más limpias, el Consistorio busca convertir Madrid en un referente de turismo sostenible y movilidad inteligente, en línea con los compromisos de sostenibilidad europeos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.