El Centro Sociocultural El Soto de Móstoles acogerá, entre el 4 de septiembre y el 12 de octubre, la exposición “Espacios y naturaleza”, del artista Miguel Kessoglou, una propuesta organizada por el Ayuntamiento de Móstoles, a través de su Concejalía de Cultura, Desarrollo y Promoción Turística. La muestra invita al visitante a sumergirse en una atmósfera pictórica cargada de simbolismo y profundidad emocional, construida a partir de paisajes de gran formato que combinan técnica vigorosa y poética visual.
La obra de Kessoglou no es un retrato literal de la naturaleza, sino una reinterpretación artística donde bosques, caminos y sombras emergen como metáforas del tránsito interior y la búsqueda personal. En sus cuadros, el paisaje se transforma en un escenario psicológico, donde cada elemento —árboles, senderos, claros de luz— se convierte en símbolo de misterio, transformación y esperanza.
Su estilo se caracteriza por un trazo firme y decidido, que dota a las escenas de una fuerza contenida, mientras que su paleta de tonos grises y marrones, lejos de provocar una sensación sombría, se ve interrumpida por haces de luz que iluminan el conjunto con una intensidad simbólica. La luz en sus composiciones no solo define el espacio, sino que guía emocionalmente al espectador, como una llamada a avanzar entre las sombras.
Cada lienzo de la exposición parece hablar desde lo fragmentario, dejando al espectador el reto de completar la narración con sus propias emociones. Kessoglou convierte el paisaje en un medio de introspección, en una experiencia visual y sensorial que evoca recuerdos, incertidumbres y revelaciones íntimas. Los caminos que recorre su pincel no llevan a destinos concretos, sino a estados del alma, y los bosques no son simples masas arbóreas, sino laberintos de lo no dicho, lo oculto, lo aún por descubrir.
En esta exposición, la naturaleza es tanto escenario como protagonista, y lo aparentemente estático cobra vida a través de la mirada del espectador. Kessoglou no busca reproducir lo que ve, sino traducir lo que siente, apelando a las emociones universales del ser humano mediante un lenguaje plástico sobrio y profundo.
Con esta muestra, el Centro Sociocultural El Soto reafirma su papel como espacio de referencia en la promoción del arte contemporáneo, ofreciendo al público una experiencia artística de alto impacto emocional y estético, en la que el silencio de los paisajes se convierte en una elocuente invitación a la contemplación y al autodescubrimiento.