Urbanismo

Vecinos de Tirso de Molina reclaman paralizar las obras para evitar el colapso del tráfico y más contaminación

Las 22 comunidades afectadas denuncian falta de consenso y exigen un rediseño que priorice la movilidad real y la seguridad en la zona

Render de la plaza Tirso de Molina tras la reforma - Foto Ayuntamiento de Madrid
photo_camera Render de la plaza Tirso de Molina tras la reforma - Foto Ayuntamiento de Madrid

Las obras de remodelación en Tirso de Molina y su entorno han generado un fuerte rechazo entre 22 comunidades de vecinos de las calles Conde de Romanones, Doctor Cortezo, Concepción Jerónima y Atocha, que han solicitado formalmente al Ayuntamiento de Madrid la paralización inmediata de los trabajos para evitar, aseguran, "un colapso de tráfico sin precedentes".

Críticas al diseño del plan de movilidad

Los residentes consideran que el actual diseño urbano incrementará el tráfico y la contaminación acústica y ambiental, al concentrar la circulación en calles de un solo sentido y con escasa capacidad para absorber el volumen de vehículos previsto. En especial, rechazan la instalación de paradas de autobús en Conde de Romanones, por considerar que esa ubicación "generará embotellamientos" y agravará la situación de ruido y polución.

Además, advierten de que el acceso único al parking de Jacinto Benavente a través de Doctor Cortezo puede provocar "atascos constantes" en todas las calles adyacentes, afectando la movilidad en una zona que ya presenta serias limitaciones de tráfico.

Preocupación por la seguridad y el uso del espacio público

Los vecinos también han solicitado que no se construyan muros ni estructuras que generen espacios ocultos, al considerar que estos "facilitan actividades ilícitas y la acumulación de residuos y orines". En este sentido, proponen que la remodelación se base en espacios abiertos, visibles y seguros, eliminando puntos ciegos tanto en Conde de Romanones como en la propia plaza de Tirso de Molina.

Entre sus propuestas figura también la peatonalización de Doctor Cortezo y la reducción del tráfico en la zona, con el objetivo de priorizar al peatón y reducir la contaminación. Además, piden evitar la colocación de bancos o asientos en las zonas afectadas, ya que temen que puedan convertirse en puntos de conflictividad social.

Petición formal al alcalde Almeida

El pasado 31 de marzo, las comunidades de vecinos remitieron una carta al alcalde José Luis Martínez-Almeida solicitando "medidas urgentes para revertir esta situación antes de que sea irreversible". Los residentes reclaman un plan de movilidad adaptado a las necesidades reales del barrio, que tenga en cuenta las consecuencias a largo plazo para el tráfico, la calidad del aire y la seguridad ciudadana.

El Ayuntamiento defiende las obras como una mejora integral

Desde el Área de Obras y Equipamientos, el Consistorio recuerda que las obras forman parte de un proyecto conjunto con Jacinto Benavente y que se ha escuchado a vecinos, comerciantes y teatros. Aseguran que las propuestas serán "consideradas si son técnicamente viables" y defienden que la reorganización de la movilidad y las nuevas paradas de autobús ayudarán a descongestionar ambas plazas.

El proyecto incluye también la eliminación de barreras arquitectónicas, la mejora del mobiliario urbano y las zonas infantiles, así como la plantación de nuevo arbolado, abarcando Tirso de Molina y calles como Doctor Cortezo, Conde de Romanones, Colegiata y Concepción Jerónima.

Sin embargo, los vecinos siguen reclamando una paralización inmediata de las obras para replantear el proyecto y evitar que, según denuncian, "los problemas previstos se conviertan en una realidad irreversible".