La estrategia consiste en la coordinación de grupos vecinales para recorrer los 30.000 bloques de propiedad vertical de Madrid, con el objetivo de transformarlos en trincheras de resistencia contra la especulación inmobiliaria.
Mientras tú te dejas más de la mitad de tu sueldo en pagar el alquiler, tu casero vive de las rentas y además paga menos impuestos 🤪
— Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid (@InquilinatoMad) February 28, 2025
Hay que acabar con este sistema parasitario. Este domingo, vente a los piquetes inquilinos ❤️🔥 pic.twitter.com/qjXXuHGfdE
Una estrategia de presión para el derecho a la vivienda
El movimiento toma como referencia la Casa Orsola de Barcelona, un edificio que se convirtió en símbolo de la lucha vecinal contra la especulación y que finalmente fue adquirido por el Ayuntamiento de la ciudad en colaboración con la asociación Hàbitat3. En este modelo, el consistorio aportó 4,8 millones de euros, mientras que la entidad social sumó 4,3 millones, creando una solución habitacional fuera del mercado especulativo.
Los 'piquetes inquilinos' no serán una acción puntual, sino que se mantendrán en el tiempo con el objetivo de multiplicar los focos de conflicto, explorar nuevas formas de resistencia y consolidar la huelga de alquiler como una herramienta sindical efectiva.
Un conflicto que "toca elegir bando"
La movilización de este domingo no será la única. El 5 de abril se ha convocado la primera manifestación estatal en defensa del derecho a la vivienda, con la participación de sindicatos de inquilinos y diversas organizaciones sociales. Desde el Sindicato de Inquilinas de Madrid sostienen que la crisis de vivienda no es solo un problema entre caseros e inquilinos, sino un conflicto estructural de toda la sociedad.
"O apostamos por el derecho a una vida digna o defendemos la acumulación salvaje de riqueza de unos pocos", han expresado en un comunicado.
Este domingo, distritos de Madrid y localidades como Leganés o Móstoles serán los primeros escenarios de los 'piquetes inquilinos', que arrancarán a las 12:00 horas. Los organizadores subrayan que "la crisis habitacional no es un accidente ni un error de regulación, sino el resultado de décadas de políticas diseñadas para beneficiar al sector inmobiliario".
Ante esta situación, aseguran que, tras el rechazo de múltiples propuestas, la única opción viable es "desobedecer". "Algunas queremos que la vivienda sea un derecho. Otros quieren que siga siendo un negocio a costa de nuestros sueños, nuestra libertad y nuestra salud mental. No hay término medio. Toca elegir bando. Toca plantar cara", concluyen.