Este plan fue el primero de su tipo en la capital y estableció, por primera vez, la celebración oficial del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y la inclusión de más nombres de mujeres ilustres en el callejero municipal.

El 30 de noviembre de 2000, el Pleno del Ayuntamiento, con José María Álvarez del Manzano como alcalde, aprobó por unanimidad este plan, el cual estaba compuesto por 113 medidas y 23 objetivos a partir de 8 áreas de actuación: cooperación y participación social, educación, cultura y deportes, formación y empleo, promoción social, promoción de la salud, violencia de género, poder y conciliación, y urbanismo, consumo y medio ambiente.
Uno de los principales logros de este plan fue la institucionalización del 8 de marzo como una jornada de reivindicación y visibilidad para las mujeres, además de la propuesta de aumentar la presencia de mujeres en el callejero de Madrid, reconociendo la aportación de mujeres destacadas en diversos campos como las artes, la cultura, la ciencia, y la política.
El debate del plan
El debate sobre el plan en el Pleno estuvo protagonizado por tres mujeres destacadas: la primera concejala de Igualdad de Madrid, María Antonia Suárez Cuesta; la concejala de Izquierda Unida, Inés Sabanés; y la concejala del PSOE, Patrocinio Las Heras.
En su intervención, Suárez Cuesta hizo un llamado a trabajar por la “cultura de la tolerancia” y la eliminación de “estereotipos y patrones discriminatorios”. Las tres concejalas coincidieron en la necesidad de implicar a los hombres en el proceso de igualdad. Además, Suárez Cuesta destacó que el plan situaba a Madrid “a la vanguardia de las políticas europeas de igualdad”.
Sin embargo, los partidos de la oposición criticaron la falta de concreción temporal para implementar las medidas y de mecanismos de evaluación y control. También se señalaron las carencias en recursos para mujeres en situación de vulnerabilidad, como la necesidad de pisos de estancias breves para mujeres maltratadas. Por su parte, Sabanés abogó por una red de recursos integrados para atender a las mujeres en todas las fases del proceso de atención.
Iniciativas clave del plan
El Plan de Igualdad también incluyó la asignación de al menos el 2% del presupuesto municipal para su implementación. Entre sus medidas más destacadas estaban:
- La eliminación progresiva del lenguaje sexista en los documentos oficiales.
- La sensibilización de los funcionarios públicos para incorporar la igualdad en su trabajo.
- La creación de un centro 24 horas para mujeres maltratadas, que no se materializó hasta 2020.
- Iniciativas para abordar la violencia de género, como el desarrollo de protocolos de detección y colaboración con asociaciones expertas.
En cuanto al empleo, el plan buscaba equilibrar las tasas de paro entre hombres y mujeres, reducir la discriminación en el trabajo, e implementar medidas de integración laboral para mujeres en riesgo de exclusión social, especialmente aquellas que ejercían la prostitución.
En el ámbito de la conciliación, se propusieron programas vacacionales y la expansión de la red de Escuelas Infantiles para apoyar a las mujeres con cargas familiares. Además, se tomaron medidas para la prevención de embarazos no deseados, y para la detección y tratamiento de trastornos alimentarios y cánceres.
A pesar de las críticas, el plan estableció una base sólida para futuras políticas y, en 2025, el Ayuntamiento de Madrid ha destinado 29 millones de euros para políticas de igualdad y contra la violencia de género, respaldados por un equipo de 79 trabajadores dedicados a seguir avanzando en la igualdad real.