El Gobierno de España y la Comunidad de Madrid han dado un paso clave en la planificación eléctrica hasta 2030, con el objetivo de garantizar el suministro necesario para que la región pueda sostener su ambicioso desarrollo urbanístico y de vivienda. El secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, y el consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, mantuvieron este viernes un encuentro en el que se acordó impulsar nuevas actuaciones que contemplan, de partida, 160 posiciones de red y 47 subestaciones distribuidas en distintos puntos de la región.
Groizard calificó la reunión como “muy productiva y fructífera”, subrayando que el acceso a la energía es un factor esencial para que Madrid pueda avanzar en la construcción de nuevas viviendas. “El desarrollo de vivienda es absolutamente prioritario tanto para la Comunidad de Madrid como para el Gobierno de España”, señaló, en un contexto marcado por el reto de responder al crecimiento poblacional y a las nuevas demandas energéticas con criterios de sostenibilidad.
Por su parte, Novillo puso sobre la mesa la necesidad de garantizar un sistema eléctrico sólido que no ponga en riesgo los planes urbanísticos de la región. En ese sentido, reclamó al Ejecutivo central que el compromiso de incluir todas las posiciones eléctricas necesarias “se consolide” en el decreto definitivo de planificación. Además, insistió en la importancia de mantener abiertas las centrales nucleares en España para asegurar la estabilidad del sistema energético durante la transición hacia un modelo más descarbonizado.
Ambos responsables coincidieron en que las medidas planteadas contribuirán no solo a reforzar la red de transporte y distribución en la región, sino también a impulsar la descarbonización y a dar soporte a proyectos estratégicos en materia de sostenibilidad y desarrollo urbano. Con esta colaboración, se busca evitar cuellos de botella en el suministro eléctrico que pudieran frenar la construcción de nuevas viviendas o la llegada de inversiones a la Comunidad de Madrid.
El acuerdo marca un hito en la cooperación institucional entre el Ejecutivo central y el autonómico, en un momento en que el debate energético se cruza con las prioridades sociales y económicas de la región. La modernización de la red eléctrica se perfila así como una herramienta fundamental para garantizar el crecimiento equilibrado y sostenible de Madrid en la próxima década.