Telefónica ha solicitado a la Comisión Europea que la futura Ley de Redes Digitales (Digital Networks Act, DNA), prevista para el último trimestre de 2025, se convierta en una reforma profunda y estructural del marco regulatorio de las telecomunicaciones en Europa. La compañía considera que el actual modelo normativo ha quedado obsoleto y no responde a los retos de inversión, competitividad e innovación que enfrenta el sector.
Así lo ha expresado Juan Montero Rodil, director de Políticas Públicas, Competencia y Regulación de Telefónica, en un artículo publicado en el blog oficial de la empresa. En él, señala que el marco de comunicaciones electrónicas fue útil durante la liberalización del mercado, pero en la última década ha fracasado en garantizar un ecosistema sostenible de competencia, lo que limita la capacidad de los operadores para generar flujos de caja suficientes que les permitan acometer inversiones clave.
Telefónica subraya que la conectividad digital europea se está quedando atrás frente a otras economías desarrolladas, tanto en despliegue de infraestructuras como en acceso a la tecnología más puntera. Ante esta situación, propone un replanteamiento completo del entorno regulatorio, que simplifique normas, incentive la inversión privada y respalde la visión estratégica de la UE para el periodo 2024-2029.
Peticiones concretas: licencias más largas y más libertad para los operadores
Entre las propuestas concretas planteadas a Bruselas, Telefónica defiende licencias de espectro de telecomunicaciones más duraderas o incluso indefinidas, así como sistemas de subastas más eficaces, donde prime la eficiencia del uso del espectro por encima de los ingresos fiscales obtenidos.
En cuanto al acceso mayorista, la compañía considera innecesario imponer un modelo armonizado paneuropeo, y apuesta por una regulación ‘ex ante’ solo en los casos en que no existan alternativas comerciales viables que garanticen la competencia a nivel minorista.
Además, pide que los grandes proveedores de contenido, servicios digitales y hyperscalers también estén sujetos a las obligaciones de la DNA. En este sentido, propone la introducción de obligaciones recíprocas en interconexión, propiedad intelectual y entrega de datos, así como la creación de un mecanismo de resolución de conflictos que garantice resultados equitativos.
Modernización del servicio universal y apuesta por los servicios 5G especializados
Telefónica también plantea una redefinición del servicio universal, al considerar que sus actuales obligaciones están desfasadas. En su lugar, propone sistemas de subvención directa para apoyar a los usuarios vulnerables, como por ejemplo mediante bonos, evitando imponer cargas innecesarias a los operadores.
Otro de los puntos relevantes de su propuesta es la necesidad de que la Comisión Europea elabore una lista de servicios especializados, incluyendo aquellos vinculados a tecnologías emergentes como el ‘network slicing’ del 5G, para facilitar su desarrollo bajo marcos regulatorios claros y coherentes.
Revisión de normativas obsoletas y llamada a eliminar duplicidades
Finalmente, Telefónica insta a Bruselas a derogar la Directiva sobre privacidad electrónica (ePrivacy), que considera redundante y desfasada frente al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). También pide eliminar controles de precios en normativas antiguas como las de itinerancia, terminación de llamadas y llamadas intraeuropeas, al entender que ya no reflejan la realidad del mercado actual.
Con este conjunto de medidas, la multinacional española busca que la Ley de Redes Digitales se convierta en una herramienta clave para el fortalecimiento de la soberanía digital europea, garantizando que los operadores europeos puedan competir en igualdad de condiciones, ser financieramente sostenibles y responder eficazmente a los desafíos tecnológicos del futuro.