Agentes de la Policía Nacional han detenido en la madrugada del martes a un hombre de 42 años, de nacionalidad colombiana, acusado de abandonar a su hijo menor de edad en un coche durante varias horas en el madrileño barrio de Lavapiés. El arrestado se encontraba de fiesta en la zona mientras el niño, de unos 13 años, permanecía encerrado en el vehículo.
Los hechos se produjeron sobre las 02:00 horas, cuando efectivos del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) detectaron la presencia del menor dentro de un coche estacionado en la calle Luis Vélez de Guevara, en las inmediaciones de un conocido narcopiso. Tras comprobar que el menor se encontraba solo, los agentes permanecieron vigilando el vehículo durante casi dos horas.
Cerca de las 03:50 horas, apareció el padre acompañado por un amigo, ambos en evidente estado de embriaguez. Según fuentes policiales, ambos habían estado consumiendo alcohol en locales cercanos. En ese momento, los agentes procedieron a detener al progenitor por un presunto delito de abandono de menor, entregando al niño bajo custodia de un tercer conocido del grupo.
Un coche robado y un entorno conflictivo
Durante la inspección, los agentes comprobaron además que el vehículo figuraba como sustraído. Sin embargo, lograron contactar con su propietario, quien aclaró que había recuperado el coche tiempo atrás, aunque no había retirado la denuncia de robo. A pesar de esta aclaración, el coche continuaba registrado oficialmente como sustraído.
El incidente tuvo lugar frente a un inmueble ocupado conocido por los vecinos como un punto habitual de conflictos. En el interior residen al menos diez personas en régimen de okupación, en lo que los residentes denuncian como un narcopiso que genera inseguridad, peleas y tráfico de drogas. Aunque los propios okupas aseguraron a medios como Madrid Directo que "ya no se producen problemas relacionados con estupefacientes", la presencia policial constante en la zona desmiente esta percepción.
Reacción del menor y entorno de riesgo
Fuentes presentes en el lugar detallaron que la reacción del menor fue de nerviosismo y desorientación al ver llegar a la Policía. Según los agentes, el niño manifestó que su padre le había pedido que esperase en el coche mientras él salía un momento, sin que el menor supiera cuánto tiempo iba a tardar.
Este nuevo suceso en el corazón de Lavapiés vuelve a poner sobre la mesa la preocupación por la seguridad y la convivencia en determinadas zonas de la capital, donde el deterioro social y la inacción institucional agravan los riesgos para los vecinos.
El alcalde de Madrid y responsables de Servicios Sociales no se han pronunciado aún sobre el caso, mientras se estudia la situación del menor, que podría derivar en una intervención por parte de la Comunidad de Madrid en materia de protección de menores.
La investigación continúa abierta para esclarecer todos los detalles de este grave caso de negligencia parental y posible delito contra la seguridad del menor.
