La Policía Municipal de Madrid ha clausurado un restaurante chino en el distrito de Usera tras detectar graves deficiencias sanitarias y la presencia de más de 300 kilos de alimentos en mal estado, lo que ha llevado a la detención del responsable del establecimiento por un delito contra la salud pública.
Durante la inspección, los agentes se toparon con un panorama alarmante: tiras de carne colgadas en un tendedero, palomas desplumadas listas para su consumo, utensilios de cocina oxidados, trampas para ratas y una infestación de cucarachas.
La intervención se llevó a cabo tras varias denuncias vecinales. Al acceder al interior del restaurante, los efectivos localizaron ocho congeladores repletos de carnes y pescados sin ningún tipo de etiquetado, trazabilidad ni control sanitario, incumpliendo de forma flagrante las normativas higiénico-sanitarias vigentes.
Los productos alimentarios intervenidos han sido retirados de forma inmediata, mientras que el establecimiento ha quedado precintado y suspendido de toda actividad. Las autoridades han recordado que este tipo de actuaciones se enmarcan en los controles rutinarios para garantizar la seguridad alimentaria y la salud de los consumidores en la ciudad.
La Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Sanidad, ha reforzado en los últimos años la vigilancia de establecimientos hosteleros, con un enfoque especial en zonas de alta densidad comercial como el distrito de Usera.