Ante la actual ola de calor que afecta a la capital, el Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid ha reforzado las medidas de emergencia para proteger especialmente a las personas sin hogar y otros colectivos vulnerables. Las actuaciones buscan reducir los riesgos de golpes de calor y deshidratación, centrándose en la prevención y la atención directa.
Entre las medidas más destacadas, desde el 14 de julio se ha habilitado un espacio climatizado en la central del Samur Social, situada en la Carrera de San Francisco, 10. El horario de apertura es de 12:00 a 20:00 horas, franja en la que se concentran las temperaturas más extremas. En este espacio, las personas sin techo pueden refrescarse, alimentarse, hidratarse y ducharse, con el apoyo de personal de atención social.
Más rutas de calle y coordinación con entidades sociales
El Ayuntamiento también ha intensificado las rutas de los equipos de calle, aunque estos no pertenecen directamente a Samur Social. Su labor es esencial para detectar, informar y vincular a las personas sin hogar con los recursos municipales disponibles.
En paralelo, Madrid Salud ha lanzado una campaña de recomendaciones dirigida a los residentes de la Cañada Real, difundida a través de canales de entidades sociales que operan en la zona. Estas recomendaciones están centradas en hábitos de prevención y autocuidado ante las altas temperaturas.
Protocolos especiales en escuelas y atención a mayores
Otras medidas adoptadas incluyen protocolos específicos en escuelas infantiles y campamentos municipales, con el objetivo de proteger a los menores del calor excesivo. Además, se ha intensificado la vigilancia sobre las personas mayores que reciben servicios de ayuda a domicilio o teleasistencia, al considerarse uno de los grupos con mayor riesgo ante las olas de calor.
Un servicio que aún busca consolidarse
Pese al despliegue de recursos, fuentes del área de Políticas Sociales han señalado que la campaña del calor para personas sin hogar aún requiere "rodaje" y consolidación, ya que muchas personas prefieren otras alternativas durante las horas centrales del día y no todos acuden a los espacios habilitados.
Con estas medidas, el Ayuntamiento de Madrid pretende minimizar el impacto del calor extremo y garantizar una respuesta integral y humanitaria ante los efectos del cambio climático sobre la población más vulnerable.