La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha su Plan de Vigilancia y Control de los Efectos del Frío en la Salud, operativo desde el 1 de diciembre hasta el 31 de marzo, con el objetivo de reducir las enfermedades asociadas a las bajas temperaturas y mitigar sus efectos perjudiciales, especialmente en los colectivos más vulnerables. Este año, como novedad, se ha modificado el umbral de alerta por riesgo alto, que ahora se activará cuando la temperatura mínima descienda a 1,9 ºC, en lugar de los -2 ºC establecidos anteriormente.
Medidas y alcance del plan
El plan se centra en la protección de personas mayores, recién nacidos y lactantes, enfermos crónicos, ciudadanos sin hogar y personas en situación de precariedad. Para anticiparse a las olas de frío, se monitorizan las temperaturas en cuatro observatorios de la Agencia Española de Meteorología (AEMET), estableciendo tres niveles de alerta: normalidad, precaución y riesgo alto.
Además, los ciudadanos pueden suscribirse a un servicio gratuito de alertas SMS enviando ALTAFRIO al 217035, o bien recibir boletines por correo electrónico a través de la web de la Comunidad de Madrid. También podrán seguir las notificaciones oficiales en redes sociales, como @ComunidadMadrid y @012CMadrid.
Recomendaciones para la población
La Consejería de Sanidad ha emitido una serie de consejos para protegerse del frío:
- Vestimenta adecuada: Usar ropa resistente al viento y la humedad, además de cubrir cabeza y manos, que son áreas sensibles a la pérdida de calor.
- Calzado seguro: Optar por calzado antideslizante para evitar caídas en caso de hielo, especialmente en personas mayores.
- Precaución en el hogar: Mantener una temperatura entre 20 y 22 grados, asegurando el correcto funcionamiento de estufas y sistemas de calefacción para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono.
- Atención a personas vulnerables: Vigilar a quienes puedan necesitar ayuda y contactar con 112 o los servicios sociales municipales si es necesario.
Coordinación institucional
La ejecución del plan cuenta con una Comisión Técnica de Coordinación, liderada por la Dirección General de Salud Pública, que reúne a las consejerías competentes, Protección Civil y el Ayuntamiento de Madrid. Además, se realiza un seguimiento diario de la mortalidad y las urgencias en la región para detectar posibles impactos del frío en la salud.
Con estas medidas, la Comunidad de Madrid busca minimizar el impacto de las bajas temperaturas en la salud pública, priorizando la protección de los grupos más frágiles y fomentando la preparación y colaboración ciudadana.