El grupo parlamentario de Más Madrid ha registrado una Proposición No de Ley (PNL) en la Asamblea para crear el Programa Madrileño para la Ciencia en Libertad (PMCL), una iniciativa orientada a acoger a científicos "en riesgo" procedentes de países como Estados Unidos, donde, según la formación, se estarían aplicando "políticas reduccionistas en ciencia" bajo el mandato de Donald Trump.
La diputada de Más Madrid Alicia Torija ha señalado que el objetivo es dar respuesta al "peligro de una involución real del progreso científico" y, al mismo tiempo, aprovechar el talento que se está viendo obligado a paralizar proyectos o abandonar sus países por razones políticas, sociales o humanitarias.
Contratos estables y cofinanciación europea
La propuesta contempla ofrecer contratos de entre 24 y 36 meses, con condiciones laborales equivalentes a las del actual programa de Atracción de Talento, aunque gestionados bajo un sistema autónomo más flexible y con posibilidad de cofinanciación mediante fondos europeos.
Los investigadores acogidos se integrarían plenamente en equipos de investigación existentes y tendrían acceso a infraestructuras científicas en la región, lo que —según Torija— no solo es una respuesta ética, sino una oportunidad estratégica para reforzar el ecosistema científico madrileño.
Gestión desde Madri+d y ventanilla única de apoyo
Más Madrid propone que el programa sea gestionado por la Fundación Madri+d, que ya cuenta con experiencia en iniciativas internacionales de talento como los contratos Gabriella Morreale. Esta entidad sería la encargada de la oficina técnica del programa, así como de la coordinación con redes europeas como EURAXESS y SafeResearchers.eu.
Además, se sugiere poner en marcha una Ventanilla Única de apoyo a investigadores en riesgo, que ofrecería asesoramiento jurídico, tramitación de visados, homologación de títulos, acompañamiento lingüístico y social, así como ayuda para encontrar alojamiento.
Cátedras refugio con financiación europea
En el caso de científicos consolidados con puestos permanentes en EE.UU., se abre la puerta a que sus contratos puedan ser homologados al modelo de las cátedras Gabriella Morreale, y que sean cofinanciados por la Unión Europea durante los primeros años, con posibilidad de continuidad mediante recursos regionales.
“Queremos facilitar no solo su acogida, sino su plena incorporación al sistema investigador madrileño, evitando la pérdida de talento por motivos políticos y convirtiendo a Madrid en un referente internacional de la ciencia en libertad”, ha concluido Torija.