El presidente de la plataforma Atenea, Iván Espinosa de los Monteros, fue el protagonista del Fórum Europa organizado por Nueva Economía Fórum con el patrocinio de ASISA y Solaria, donde abogó por una regeneración democrática profunda y un nuevo impulso económico que devuelva a España a la senda del crecimiento sostenido.
Durante su intervención, Espinosa de los Monteros alertó de que España atraviesa “el momento más delicado de su historia reciente”, marcado por una crisis política, social y económica que —según afirmó— “ha estancado al país durante los últimos diecisiete años”. No obstante, aseguró que mantiene su “optimismo” y su “fe en la capacidad de superación del pueblo español”, apelando a la historia nacional como ejemplo de resiliencia: “España ha protagonizado gestas únicas y puede volver a hacerlo si todos contribuimos a un cambio de rumbo”.
Un diagnóstico severo y un llamamiento a la acción
El ex portavoz parlamentario de Vox destacó que la falta de crecimiento y la alta deuda pública son síntomas de un país paralizado por el intervencionismo estatal. “Cada español carga con una deuda de más de 33.000 euros y una mochila invisible de más de 200.000 euros si sumamos los compromisos en pensiones”, subrayó, reclamando una “revolución reformista” basada en la libertad económica, la desregulación y el apoyo al sector privado.
“La libertad es siempre mejor que el estatalismo”, afirmó, defendiendo que la iniciativa privada es la verdadera fuente de riqueza y crecimiento. En su opinión, los gobiernos deben limitarse a “crear las condiciones adecuadas” para que los emprendedores generen prosperidad.
Asimismo, criticó el exceso de burocracia y la falta de estímulos para el talento: “Tenemos un Estado con una capacidad infinita para dificultar, entrometerse e inspeccionar. Debemos liberar el potencial de una sociedad que quiere avanzar”.
La regeneración institucional como prioridad
Espinosa de los Monteros propuso, además, una reforma del sistema judicial que devuelva la independencia al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). “Hay que volver al espíritu de la Constitución: que los jueces elijan a los jueces”, sostuvo.
También insistió en que la separación de poderes y el respeto al Estado de derecho son “la condición previa para cualquier recuperación económica”. En esa línea, adelantó que Atenea está trabajando en un documento de propuestas para “desmontar el andamiaje del sanchismo” y preparar las reformas que debería acometer el próximo gobierno “el primer día a las nueve de la mañana”.
“Hacer a España rica otra vez”
Con tono pedagógico, Espinosa de los Monteros apeló a la responsabilidad colectiva de la sociedad civil, las empresas y las élites profesionales: “España tiene solución. Pero no sucederá de forma mágica, ni si dejamos todo en manos de los políticos. Está a nuestro alcance si cada uno aporta su grano de arena”.
Durante su discurso, hizo hincapié en que “el crecimiento económico no es un lujo, sino una necesidad moral”, porque solo a través de la prosperidad pueden resolverse problemas estructurales como las pensiones, la vivienda o la falta de oportunidades para los jóvenes.
“Hay que hacer a España rica otra vez”, proclamó, resumiendo su mensaje central. Para lograrlo, propuso apostar por la educación, la tecnología, la productividad y las infraestructuras como pilares de un nuevo ciclo de expansión.
Llamamiento a las élites y a la concordia
En la parte final del acto, Espinosa de los Monteros lanzó un mensaje directo a los líderes empresariales presentes: “A quienes más se les ha dado, más se les debe exigir. Las élites españolas tienen la obligación moral de asumir su responsabilidad en el destino del país”.
Aunque reconoció la necesidad de “buscar la concordia”, advirtió que esta no puede basarse en la cesión constante a la izquierda o al separatismo: “El PSOE debe volver a ser un partido simplemente equivocado, no antidemocrático ni antiespañol”, afirmó, provocando aplausos del público.
Espinosa de los Monteros cerró su intervención recordando la “parábola de los talentos”, apelando a la responsabilidad de los ciudadanos con más influencia para que “no escondan sus dones, sino que los pongan al servicio del bien común”.
“El futuro de España depende de nosotros. No quiero unos hijos a los que les vaya muy bien en una sociedad a la que le va muy mal. Quiero una España en la que todos tengamos oportunidades y podamos volver a creer en nosotros mismos”, concluyó entre aplausos.