Alberto Núñez Feijóo ha dado inicio al XXI Congreso Nacional del Partido Popular con un llamamiento claro a la unidad del partido y una firme reivindicación de los legados de José María Aznar y Mariano Rajoy, a quienes definió como “referentes, consejeros y amigos”. En un momento clave para su liderazgo, Feijóo busca consolidar su proyecto político y reforzar su posición como alternativa de gobierno ante la crisis institucional que, a su juicio, vive España bajo el mandato de Pedro Sánchez.
El congreso, que se celebra este fin de semana en Ifema (Madrid), ha reunido a toda la cúpula del PP y a sus expresidentes del Gobierno, quienes han lanzado duros mensajes contra el actual Ejecutivo y han recetado moderación, centralidad y una mayoría amplia como claves para recuperar el poder.
“España necesita un cambio y ese cambio pasa por nosotros”, ha señalado Feijóo, quien será reelegido como presidente del partido en este cónclave. Para ello ha incorporado a Miguel Tellado como nuevo secretario general, y ha diseñado una nueva estructura interna con nombres como Alberto Nadal en Economía, Ester Muñoz como portavoz en el Congreso, y otros cargos de perfil más duro en su oposición al sanchismo.
Aznar y Rajoy: la sombra del pasado como impulso
El expresidente José María Aznar ha lanzado un discurso de tono combativo, apelando a la necesidad de “reparar el destrozo del sanchismo” mediante una “mayoría nacional ancha, a derecha e izquierda”. Para Aznar, no se trata de un simple relevo político, sino de “refundar la convivencia constitucional” frente a lo que califica como un “naufragio institucional” impulsado desde La Moncloa.
Aznar ha señalado directamente la corrupción y la “golfería estructural” del actual Gobierno, y ha exigido que “los delincuentes dejen de legislar en despachos y pasen a estar en prisión”. Ha acusado a Pedro Sánchez de “negociar presupuestos en cárceles” y de haber utilizado su alianza con los independentistas y la amnistía como moneda de cambio para mantenerse en el poder.
Por su parte, Mariano Rajoy ha optado por un tono más sosegado, pero igualmente crítico. Ha advertido de que el PP no debe caer en el error de ofrecer un “nuevo sanchismo con otro logo”, sino que debe apostar por la sensatez, la moderación y el respeto institucional. Rajoy ha recalcado que el PP siempre ha representado la estabilidad y el equilibrio, y ha defendido que Feijóo es el líder que necesita el país para recuperar esa normalidad democrática.
Feijóo: lecciones del pasado, mirada al futuro
Feijóo ha reconocido el peso de los expresidentes en el partido, destacando que ambos gobernaron cuatro legislaturas “sacando a España de graves crisis económicas e institucionales”. Ha asegurado haber aprendido de la experiencia reciente, donde ganó las elecciones generales de 2023 pero no pudo formar gobierno, y ha subrayado la importancia de una estrategia que trascienda los votos para traducirse en poder efectivo.
En su intervención, ha advertido que ya no basta con ganar elecciones: “ahora hay quienes ganan y no gobiernan”, en alusión a su propia situación tras las últimas elecciones generales.
Críticas al Gobierno y promesas de regeneración
Durante las intervenciones se ha cargado duramente contra la actual situación política y los escándalos de corrupción que afectan al PSOE. Rajoy ha calificado la legislatura como “una que nunca debió arrancar”, agravada ahora por la prisión provisional de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, en el marco del ‘caso Koldo’.
Feijóo ha recogido estas denuncias para apuntalar su mensaje de regeneración democrática. “España vive un momento dramático en su historia constitucional”, ha sentenciado, reclamando al PP “estar a la altura del reto” y ofrecer “una alternativa que devuelva la confianza a los ciudadanos”.
El mensaje común ha sido claro: la alternativa del PP debe ser amplia, moderada y con vocación de Estado, y no una simple reacción visceral al actual Gobierno. Los líderes populares han coincidido en que el “sanchismo” ha desgastado el marco institucional, y que la misión del PP es recuperar el respeto a la Constitución, la estabilidad económica y el prestigio democrático.
Este XXI Congreso Nacional del PP se presenta como una plataforma de reafirmación ideológica, renovación de liderazgo y preparación electoral, con la vista puesta en un posible adelanto de las elecciones generales si el desgaste del Gobierno socialista continúa. Feijóo emerge fortalecido, apoyado por el legado de sus predecesores, pero también consciente de que su desafío no es solo ganar en las urnas, sino convencer a España de que el PP representa el futuro, la sensatez y el cambio responsable.