El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha avivado la controversia sobre la formación académica de miembros del Gobierno al publicar este sábado una imagen del supuesto máster del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, acompañado de la frase “máster cum fraude”. La publicación, realizada a través de su cuenta oficial en la red social ‘X’ (antes Twitter), se suma a la creciente polémica en torno a las titulaciones académicas en el panorama político español.
En la imagen difundida, se puede ver un documento del Centro de Estudios Jaime Vera, en el que se menciona un “curso de Máster de Dirección Política”. Almeida ha subrayado la palabra “curso”, sugiriendo que la formación no tiene validez como un máster universitario oficial. El comentario irónico del alcalde pretende cuestionar la legitimidad de la formación del ministro, insinuando que se presenta como algo más de lo que es.
Críticas tras la dimisión de Noelia Núñez
Esta acción del alcalde madrileño se produce tras un episodio reciente en el que el propio ministro Óscar Puente criticó públicamente a la diputada del PP, Noelia Núñez, por incluir en su currículum una titulación que no poseía, lo que acabó desencadenando en su dimisión. A raíz de aquel caso, la presión sobre la veracidad de los currículums de cargos públicos ha ido en aumento, generando un debate transversal que afecta tanto a PSOE como a PP.
La publicación de Almeida, realizada mientras se encuentra de baja por paternidad, ha sido interpretada como una respuesta directa y en tono sarcástico a la actitud del ministro socialista. “Si vamos a exigir transparencia, que sea para todos”, parecen decir entre líneas los comentarios que han acompañado su publicación.
Tensión entre partidos por la “guerra de currículums”
La veracidad de las credenciales académicas se ha convertido en un nuevo frente de enfrentamiento político. En los últimos meses, distintas formaciones han acusado a rivales de inflar, omitir o distorsionar sus logros educativos, exigiendo explicaciones públicas o incluso dimisiones. Este contexto ha convertido cada nuevo caso en una munición para el enfrentamiento partidista.
Desde el PSOE, aún no ha habido una respuesta oficial a la publicación de Almeida. Sin embargo, en otras ocasiones similares, el partido ha defendido la legitimidad de formaciones no regladas o títulos propios cursados en centros ajenos a la universidad, siempre que no se presenten como másteres oficiales.
Un debate sobre la ética en la representación pública
El episodio vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de claridad y veracidad en las credenciales que exhiben los cargos públicos. La ciudadanía demanda mayor transparencia y rigor, y la clase política se ve cada vez más expuesta ante cualquier incoherencia entre lo que se declara y lo que se acredita documentalmente.
Aunque la foto publicada por Almeida no constituye una denuncia formal, sí busca generar dudas sobre la honestidad del ministro Puente en la presentación de su currículum, al tiempo que lanza una advertencia implícita sobre el doble rasero que —a juicio del PP— podría estar aplicando el Gobierno en esta materia.
La polémica, en cualquier caso, vuelve a poner en entredicho el uso político de los títulos académicos y anticipa nuevas confrontaciones entre partidos si no se avanza hacia una mayor regulación y control en la publicación de datos curriculares de representantes públicos.