A Volapié

El Wokismo y la damnatio memoriae

Tanto en el antiguo Egipto como en Roma no era infrecuente que un faraón o emperador ordenase eliminar todo rastro de su predecesor borrando su nombre y destruyendo o desfigurando sus estatuas. Esta condena después de la muerte es lo que hace el wokismo cuando derriba estatuas de figuras históricas principales como pueden ser Colón o fray Junípero Serra. Eso sí, dado su origen marxista, no destruyen las que representan a figuras totalitarias y criminales como el Che, la Pasionaria, Largo Caballero, Marx, Lenin, etc... Lo más preocupante es que el PSOE no ha dudado en asociarse con este pensamiento único excluyente para llevar adelante el proceso de destrucción, ellos dirán de deconstrucción, de las sociedades democráticas liberales en las que vivimos. 

El wokismo nace en el seno de la izquierda más radical de Occidente tras haber perdido el marxismo la batalla política y económica del siglo XX. Aprovechando que el centro y la derecha han decidido no dar la batalla cultural, lo han apostado todo a este movimiento que podemos calificar de postmarxismo, pensamiento único o corrección política. Se basan en el relativismo que niega tanto la posibilidad de la verdad como los valores de la sociedad occidental. Renegando del eurocomunismo plural y democrático, esta izquierda tiene como fin la destrucción desde dentro de las sociedades democráticas occidentales. 

En este marco, se han hecho apóstoles radicales del feminismo, del cambio climático, del género, de las razas no blancas, del estatismo, así como de todas las supuestas injusticias sociales. Este caballo de Troya ataca desde varios frentes, a saber:

1) Feminismo radical: su fin es el enfrentamiento entre hombres y mujeres (según ellos opresores y oprimidas), y la destrucción de la familia tradicional, que es lo mismo que destruir la sociedad puesto que sin hijos esta deja de ser viable. Pretenden sustituirnos por decenas de millones de inmigrantes ilegales, a ser posible de otro color y de otra religión.

2) Cambio climático: han excluido del consenso a los científicos que tienen dudas, por pequeñas que estas sean, acerca del impacto del hombre en este fenómeno. Como buenos marxistas su objetivo es acabar con las sociedades abiertas, democráticas y capitalistas. Son los apóstoles del decrecimiento económico, es decir del empobrecimiento de la mayor parte de la población como medio para poder imponer su proyecto autoritario, o totalitario en el peor de los casos.

3) Género: promueven un activismo LGTBI radical cuyos fines son la división social, la discriminación de los varones heterosexuales, la destrucción de la familia tradicional con hijos, y como no, la extracción de ingentes rentas a costa del contribuyente. Odian el capital, pero no dudan en enriquecerse en este proceso, como es el caso de la millonaria élite woke de EE.UU.

4) Raza: en los EE.UU el wokismo defiende el victimismo de la raza negra, es decir que todos sus problemas son el fruto del racismo de la raza blanca, cosa que es rotundamente falsa. En este aspecto el wokismo es notablemente racista y discriminatorio hacia los blancos, los hispanos y los asiáticos. Martin L. King soñaba hace más de medio siglo con una sociedad que valorara a sus hijos no por su color sino por sus méritos y capacidades. Ahora que esto es una realidad, el wokismo pretende retroceder décadas al tratar de establecer una sociedad en la que el criterio principal sea la raza. No es de extrañar que la mayoría de los negros e hispanos hayan votado recientemente contra la candidatura woke de Harris. En España sustituyen el victimismo racial por el victimismo separatista. 

5) Libertad de expresión: como buenos antidemócratas niegan la libertad de expresión a aquellos que no están de acuerdo con ellos. Son intolerantes con los tolerantes. Por eso han inventado el delito de odio y cancelan en las redes sociales a todas las voces que no son de izquierdas y woke. En este escenario se encuadran las nuevas leyes de censura que se están aprobando. A partir de ahora un bulo será todo aquello que va en contra del pensamiento único. Sin libertad de expresión la democracia liberal empieza a morir.

6) Poder judicial y lawfare o guerra jurídica. Para imponer sus planes con más facilidad tratan de destruir la independencia del poder judicial a la vez que abusan del lawfare para tener impunidad. Es el caso de los separatistas catalanes, y también el del presidente del gobierno y su entorno. Según ellos están siendo atacados por los jueces por sus ideas políticas cuando la realidad es que se les investiga, y condena llegado el caso, por presuntamente haber cometido innumerables delitos. 

7) Estatismo: apuestan por un modelo estatista anticapitalista que cercena las libertades económicas y la propiedad privada como forma de crear una sociedad ultraigualitaria y dependiente del estado, es decir de las élites izquierdistas woke. Sus modelos son Venezuela, Cuba, la China maoísta, el Peronismo nacionalsocialista, sistemas profundamente antidemocráticos y tremendamente empobrecedores, crímenes contra los derechos humanos aparte. Lo fían todo al control del estado y de una inmensa burocracia, financiado todo ello con impuestos confiscatorios, con un endeudamiento insostenible y con inflación, es decir todo lo que empobrece brutalmente a la ciudadanía. Por eso la renta per cápita, el nivel de vida, de esos países se encuentra entre los más bajos del mundo, sin contar que carecen de libertades o están muy disminuidas.

8) Educación: dominan gran parte de las escuelas y universidades con el fin de adoctrinar políticamente en materia de pensamiento único y wokismo. Para conseguir esto han eliminado de los planes de estudio grandes partes de la historia y han suprimido el estudio de los clásicos y de la filosofía. Todo esto empobrece culturalmente a las nuevas generaciones y pone su futuro en peligro. Esto no les importa con tal de que sean dependientes, ignorantes y fácilmente manipulables. Con un capital humano mal formado, sin las herramientas culturales y profesionales adecuadas, el hundimiento socioeconómico de la sociedad es inevitable.

9) Historia y leyenda negra: renace la absurda y falsa leyenda inventada por los enemigos seculares de España, pero esta vez por parte de los partidos y colectivos españoles de extrema izquierda. Es una herramienta más para tratar de echar abajo nuestra sociedad de raíces judeocristianas y grecorromanas. Hay que señalar que están procediendo de igual forma con la historia de los EE.UU.

Este es el marco en el que ha renacido la damnatio memoriae fruto de la arrogancia e ignorancia de la ultraizquierda occidental. Solo los necios, o los malvados, cometen el anacronismo de juzgar el pasado con los criterios del presente. Todas las personas tienen defectos y cometen errores y no por eso se puede cancelar a los grandes hombres y mujeres que han forjado Occidente. Gandhi hombre de paz que consiguió expulsar al imperio inglés sin pegar un tiro era machista y violento con su mujer. Marx nunca trabajó, vivió gracias al dinero de su mujer aristócrata, era un borracho, iba con prostitutas y dejó embarazada a la asistenta, a la que por cierto no pagaba, y sin embargo no ha sido cancelado. Cosas veredes amigo Sancho.

La cancelación es un fruto inadmisible de la incultura y el sectarismo político.  No me parece que volver a los usos y costumbres de los faraones sea moderno ni progresista. Ninguna generación posee el pasado pues la historia es de todos y tenemos el deber de conocerla, tanto lo bueno como lo malo. Es necesario para saber quiénes somos, de dónde venimos y así poder determinar adónde queremos ir. Nadie tiene el derecho de cancelar a nadie, ni vivo ni muerto, salvo casos excepcionales a determinar mediante la aprobación de al menos ⅔ de las cortes y/o un referéndum popular. El wokismo atenta contra los derechos y libertades de las personas y daña profundamente la cultura y la propia esencia de la democracia. Los que hacen esto ejercen a la vez de jueces, jurados y ejecutores, algo propio de dictaduras.

El pensamiento único woke tiene lamentablemente bastante en común con el Jacobinismo y el Maoísmo de la revolución cultural, es un moderno comisariado político de corte soviético, un movimiento destructor de la sociedad y notoriamente regresivo. Su igualitarismo radical es coercitivo y autoritario y genera el empobrecimiento cultural, político, social y económico, cosa fácil de comprobar en la UE y en España desde hace más de quince años. 

Este pensamiento único neomarxista y woke es una verdadera quinta columna que tenemos que rechazar con todas nuestras fuerzas si queremos seguir viviendo en democracia y libertad.