Sencillamente irresistibles

Trinos desde la trena

¡Horroroso!, el tema de la gripe aviar afecta a las aves incluidas las “pájaras” como lo es según el presidente Sánchez, Margarita Robles, y por supuesto a las pichonas, como Begoña Gómez según la misma fuente, que al parecer entiende muchísimo de lo de tener pluma y que por consiguiente arrastra grandes emplumados.

Son tiempos difíciles para este pobre hombre a quien lo único que le importa es mantenerse como sea en el poder.

Cada uno tiene sus manías, y a tan limitadísimo ser en lo que se refiere a anhelos, le ha dado por lo de mandar, y en su obcecación quizás piensa que se encuentra predestinado a ello.

Pero ¿de qué modo podría resistirse a ese impulso que le domina y le puede y le empuja Zapatero? ¿De qué forma corregir dicha conducta unidireccional, cuando lejos de ella no es absolutamente nadie ni nada?

 Y encima ahora se le mete la gripe aviar en casa, y le persiguen los malvados casos (naturalmente orquestados por la perniciosa derecha) de su hermano procesado, de sus colaboradores más íntimos encarcelados, de su fiscal general del Estado condenado, y de su Paco Salazar acusado de “guarro” y repugnante por sus compañeras de trabajo y etc. etc.

Porque no todos parecen capaces de comprender su lucha titánica por conservar entre otros privilegios Falcon, Moncloa, y millones de euros que regala a causas ajenas al bien de España, aunque sen los ciudadanos españoles quienes lo pagan con sus cada vez más altos impuestos.

Utiliza el Estado, el dinero y el Sahara sin dar explicaciones, como si fueran suyos, y lo adereza todo con mentiras como castillos, a veces convertidas en leyes por decreto, y bajo el prisma de un “todo lo hago bien” que sus adláteres, situados en cargos magníficos no por su valía, sino por su proximidad al amado líder (que muestra un macilento y envejecido rostro, antaño hermoso, por más tratamientos estéticos que lleve a cabo), aplauden como chimpancés.

No todos alcanzan a entender que se considera a sí mismo una “Armada invencible” en su denodada lucha contra los elementos, por ejemplo, el elemento Puigdemont que le tiene frito.

Pero efectivamente, no todos asumen su pelea de “capitán trueno” contra viento, marea y falta de votos, para agarrase como una lapa de los arrecifes a su perpetuidad en el sillón.

Rehúsa “cantar”, es que no sabe que pasa, no conoce a nadie, no tiene ni idea de nada. Y consiguientemente se niega a que cantemos en Eurovisión (no acudiremos por su discutible deseo basado en la demagogia y en la soberbia de no dar su brazo a torcer).

¡Aquí no canta nadie!, ni las aves por la gripe, ni los políticos, ni pichona ante el juez Peinado, aunque en su día gorjeó al oído de su esposo amantísimo, quizás porque entiende una barbaridad del tema por parte de padre, que Ábalos “era un putero y había que apartarle de la escena ministerial”.

No se escuchan trinos, pero desde la fría trena de Soto del Real, dos personajes antaño poderosos saben que pueden acabar con el “amnésico Sánchez, mal disfrazado de feminista” y tiran, tiritando de la manta.

Piano a piano, lentamente, pero decididos a emular a Aldama y lograr alguna reducción de su pena carcelaria.

Ellos, Ábalos y Koldo, los repudiados, los marginados, los ignorados, van entonando el salmo de las acciones reprobables y quizás delictivas de su compañero del Peugeot, el tramposo, el avaricioso, el abyecto, el psicópata (incapaz de sentir afectos o culpas).

Y lo hacen marcando muy bien el paso, aunque al parecer algún fontanero del PSOE, por orden del puto amo, puso encima de la mesa un talón en blanco para comprar su silencio. es decir, su olvido.

Ignorando que al decir de Mario Benedetti: Incluso el olvido está lleno de memoria.