Las canciones educativas, en este momento en que parece ser estamos centradísimos en el tema de potenciar el aprendizaje de nuestros jóvenes (esos que escriben con todas las faltas de ortografía posibles y que apenas saben que dos más dos son cuatro- de momento y hasta que Puigdemonio diga lo contrario), están muy de moda.
Por ejemplo ¿Quién no recuerda aquella de
“Ahora que vamos despacio, (bis)
vamos a contar mentiras, tralará, (bis)
Vamos a contar mentiras.
Por el mar corren las liebres, (bis)
por el monte las sardinas, tralará, (bis)
por el monte las sardinas… etc
¿Verdad que parece una revelación de posibilidades?
Seguro que de seguir así las cosas cualquier día nos dan la noticia de que por los montes se ha visto un banco de sardinas chapoteando en la tierra seca.
Y de hecho lo aceptaríamos sin necesidad de referencias a la inteligencia artificial ni nada de eso, porque estamos curados de espantos gracias a nuestros queridos mandamases, que sin ir más lejos en las “historietas para demostrar que somos idiotas” acaban de incorporar al calendario laboral del país, que marcha, nunca mejor dicho “como un TIRO”, la profesión de “terroristas bondadosos”.
¿Y eso que es?, creo que se entenderá mejor que con sus explicaciones de líneas rojas y demás, y de donde dije tal voy y digo cual (vamos a contar mentiras), con esta pequeña entrevista.
-¿Nombre?
-Ladisio Cienfuegos
-¿Profesión?
-Terrorista bueno.
-¿Cómo ejerce su trabajo?
-Pues nos llaman por teléfono a la Sociedad “Terroristas a domicilio S.A.” y quedamos. Cuando están reunidos aquellos que nuestros “contratantes” determinan, entramos por sorpresa en la habitación que nos indican y gritamos ¡UUUUUUUUUUUUUU!, y se llevan un susto horroroso. A veces, dependiendo del presupuesto, también estallamos globos.
Otra cosa son los terroristas malos, pero de esos ni hablar, ni amnistía ni nada.
Los buenos son catalanes, los malos ni se sabe, así que a lo mejor las fuerzas del orden lo tienen un poco complicado, o muy fácil, depende de lo que más le convenga a Bolaños en sus maravillosas declaraciones e interpretaciones.
Pero cualquier error se encuentra justificado, porque todo esto no ha sido más que un acuerdo in extremis entre el PSOE, Junts y ERC.
Se excluyen de la amnistía ¡que descanso! a quienes «de forma manifiesta y con intención directa, hayan causado violaciones graves de derechos humanos, en particular las previstas en el artículo 2 y 3 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, y en el derecho internacional humanitario» ¿Está claro?
Y Pedro Sánchez que piensa que lo tiene clarísimo, cree que es el presidente del país y vuela constante y contentísimo en el Falcón mientras Bolaños, Puente, Montero, y su corte celestial al completo retiran las nubes a su paso para que la ruta le resulte más placentera. Pero en realidad quien preside es Puigdemonio, que se pasea como un pavo trufado de felicidad, por el Parlamento Europeo.
O sea que lo mejor para nosotros es cantar:
“Ahora que vamos despacio, (bis)
vamos a contar mentiras, tralará, (bis)
Y cantar significa estar contentos, porque tener “terrorismo a la carta” es muy aleccionador y si no, que se lo pregunten a los vascos, que ya lo están rumiando con mucho gusto.
Total tranquilidad. Tenemos Terrorismo de diseño.
Podrían en los pactos hacer algo más al respecto incluyéndoles en Fitur, por ejemplo, con trajes regionales.
O hacer desfilar a esos terroristas buenos en la semana de la moda de Nueva York, o cualquier cosa peregrina y demencial ¡qué más da!
Todo vale, cuando no hay vergüenza.